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Carlos Alberto Rozanski

Objetores sin conciencia

La interrupción voluntaria del embarazo, es tal vez la cuestión que más enfrentamientos ocasiona en nuestra comunidad.

Por Carlos Alberto Rozanski

Morir en la vereda

Entre las más terribles consecuencias psicológicas del terrorismo de Estado en nuestra región, se destacan la pérdida de empatía y la insensibilidad ante la injusticia.

Por Carlos Alberto Rozanski

Los unos y los otros

La vida me ubicó, hace muchos años, en el piso de un calabozo angosto  - un metro por dos -.

Por Carlos Alberto Rozanski

Esa costumbre de matar

El régimen actual es un barco que avanza y el presidente sostiene el timón con la energía que declama, sin que ningún viento, tormenta o huracán le haga temblar el pulso.

Por Carlos Alberto Rozanski

La cosa está fea

Las eternas evasivas del presidente de la Nación ante preguntas concisas y específicas durante conferencias de prensa suelen ser muy molestas.

Por Carlos Alberto Rozanski

Yo no soy Luis Arias

Un conocido poema atribuido a Bertolt Brecht refleja la indiferencia de quien, ante la persecución nazi de judíos, comunistas, obreros, intelectuales y sacerdotes, nada dijo porque no pertenecía a

Por Carlos Alberto Rozanski

Yo no soy Luis Arias

Un conocido poema atribuido a Bertolt Brecht refleja la indiferencia de quien, ante la persecución nazi de judíos, comunistas, obreros, intelectuales y sacerdotes, nada dijo porque no pertenecía a

Por Carlos Alberto Rozanski

De aquí a la impunidad

El sueño de quienes violan la ley es tener garantizada la impunidad para sus crímenes.

Por Carlos Alberto Rozanski

Corrupción en la granja

Una de las premisas de la actual gestión nacional y de la provincia de Buenos Aires, es lograr que la realidad no tenga importancia, reemplazándola por consignas triviales, reiteradas hasta el hart

Por Carlos Alberto Rozanski

Los sicarios del Presidente

El dolor producido por los brutales despidos en Télam obliga a algunas reflexiones que ayuden a comprender algunos aspectos de la criminal gestión que azota nuestro país.

Por Carlos Alberto Rozanski