CULTURA

Dos muestras de afiches políticos para leer lo que dicen y esconden

En los Arcos de la Estación de Barracas y en el C. C. Recoleta pueden verse dos exposiciones que entrelazan significados de afiches y fotografías.

 Por Oscar Ranzani

Dos muestras que tienen a la política como motivo de exposición demuestran que es posible mirar, en un caso, la historia de las candidaturas desde el regreso de la democracia hasta la actualidad a través de los afiches de propaganda. En el otro, se puede observar una documentación fotográfica de prácticas de activismo cultural. Veinte años de gráfica política. Tres colecciones es el título de la muestra que se está exhibiendo en los Arcos de la Estación Hipólito Yrigoyen (Barracas, ex Ferrocarril Roca y actual Metropolitano). Está compuesta de unos 70 afiches políticos que pertenecen a los coleccionistas Rubén Morales, Juan Carlos Romero y Osvaldo Rueda. La exposición puede visitarse los sábados y domingos de 12 a 18 hasta el 25 de marzo. En la otra muestra, Abramos el paraguas, el expositor Carlos Filomía presenta una serie de fotografías en lugares de protesta, asambleas barriales, etc. con la instalación de paraguas en esos lugares que, a través del registro fotográfico, adquieren una significación especial. La exposición puede verse en el C. C. Recoleta (Junín 1930) de martes a domingos hasta el 25 de este mes.
El recorrido histórico que se puede realizar desde el retorno de la democracia hasta la actualidad impresiona en muchos casos por la abultada distancia temporal que sobreviene a la lectura de algunos afiches. Contrariando al Zorzal criollo, veinte años es mucho. Al menos cuando se trata de echar una mirada a las propagandas gráficas de diversas campañas proselitistas. Un ejemplo de distancia temporal sucede al observar la publicidad de Fernando de la Rúa y que como slogan reza “Por la Ciudad”. La foto pertenece a una época en que gozaba de una elevada popularidad que le permitió llegar a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. Luego la historia se lo llevó de la mano. O mejor dicho, en helicóptero.
“Nuestra ética es la justicia social. La democracia la está esperando.” La frase no lo tiene a Perón como protagonista. No. Es el texto que acompaña el cartel proselitista de Carlos Grosso como candidato al Congreso hace unos años: “Con Grosso al Congreso, así vamos a crecer. Partido Justicialista de la capital. Vote Lista 2”. El afiche señala a Grosso como referente de la ética en la política. Después llegaría su paso como intendente de la ciudad de Buenos Aires, las decenas de denuncias que lo involucraron y, como consecuencia, su alejamiento de los cargos públicos hasta su efímero paso como asesor del –efímero también– presidente Adolfo Rodríguez Saá, después de ser elegido no por su “prontuario” sino por su “inteligencia”.
Un dato curioso de la muestra: 35 de los 70 afiches pertenecen a candidatos del peronismo: está Menem en varias de sus versiones (1989, 1995, con estreno de nueva cabellera) y hay otros de Herminio Iglesias y Ramón Saadi. Entre los históricos figura un afiche “Luder-Bittel. Lista 2. Partido Justicialista”, que destaca: “Los días más felices de los trabajadores fueron peronistas”. Otro llamativo es el de Mariela Muñoz, transexual que en 1993 acaparó la atención de los medios y de la opinión pública cuando reclamaba su derecho a continuar con la crianza de tres chicos. Posteriormente, el Partido Justicialista la catapultó hacia la política y la propuso como candidata a diputada. “Mariela Muñoz, una mujer diferente. Primera Diputada Nacional. Lista 188. Partido Justicialista”, subraya el afiche.
La otra exposición que se está desarrollando en el Recoleta presenta una documentación fotográfica de prácticas de activismo cultural y acciones visuales tomadas desde septiembre de 2000 hasta la actualidad. El creador de las acciones visuales, Carlos Filomía, montó en diversas marchas, sitios de protesta social, asambleas barriales, etcétera, una serie de paraguas que representaban posturas políticas. Filomía llegaba a cada lugar con los paraguas y varias personas o transeúntes participaban de la acción tomándolos y sosteniéndolos, luego de haber sido pintados con símbolos: “No al ajuste”, “No al FMI”, “Prohibida la pobreza”. Montada la escena, el diseñador tomaba las fotografías que hoy llenan la sala del Recoleta.
“El tema de los paraguas fue a partir de la apropiación del refrán: ‘abrir el paraguas antes que llueva’”, comenta Filomía. “Eso lo signifiqué, lo puse en términos reales: con personas y con objetos reales. En ese momento al escenificarlo vi que era como un ritual. Ya no era un refrán sino que era una acción”, destaca. En una de las tomas, los paraguas tapan la entrada del Citibank y se titula: “Escrache antes del corralito”. O bien, tomas en reuniones del Frenapo. En otra están todos los paraguas dispuestos en una calle cortada formando una especie de “cerco” frente al cerco de la policía, o agrupándose y formando un escudo. “Abrir el paraguas es un poco prevención o protección. Siempre estamos buscando protección contra el FMI, contra el ALCA, contra la pobreza, contra el ajuste”, subraya. “Es arte de acción, yo lo considero activismo político-cultural”, concluye.

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