CULTURA › A VEINTE AÑOS DE SU MUERTE, TODOS QUIEREN RECORDAR A JULIO CORTAZAR

La vigencia del perseguidor de historias

Una descomunal serie de celebraciones, muestras y homenajes evocan al autor de Rayuela. Figuras como García Márquez y Saramago participan de un fenómeno que se extenderá a lo largo del año en distintas ciudades del mundo. Buenos Aires ofrece una interesante agenda.

 Por Angel Berlanga

Impresiona el surtido y el caudal de homenajes, mesas redondas, proyecciones de películas y documentales, recitados, recitales, debates, muestras itinerantes, estudios, descubrimientos, repeticiones y un largo etcétera previstos para este año en torno de Julio Cortázar, su vida y su obra, sus alrededores. Una mirada superficial podría quedarse en poco más que la redondez de los números, en que justo este jueves serán veinte los años que se cumplen desde su muerte en París, o en que el próximo 26 de agosto se cumplirán noventa desde su nacimiento en Bruselas, pero es justamente la complejidad de ese surtido y caudal la que muestra la expansión y la vigencia de su paso por el mundo. Aunque no falte el oportunismo, o la controversia, el torrente de evocaciones tiene como signos el cariño al personaje y el reconocimiento, e incluso la admiración, por su trabajo de escritor. Cuando murió, Gabriel García Márquez escribió que Cortázar fue el ser humano más impresionante que conoció, que “nadie le temía más, ni en la vida real ni en los libros, a los honores póstumos y a los fastos funerarios”, y que por eso prefería “seguir pensando en él como sin duda él lo quería, con el júbilo inmenso de que haya existido, con la alegría entrañable de haberlo conocido, y la gratitud de que nos haya dejado para el mundo una obra tal vez inconclusa pero tan bella e indestructible como su recuerdo”.
Diez años atrás, García Márquez y Carlos Fuentes crearon la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, auspiciada por la Universidad de Guadalajara; allí, entre el sábado próximo y el martes 17 transcurrirá el coloquio Cortázar revisitado: nuevas lecturas. Los nombres de los escritores que hablarán en la ocasión sobre el autor de Rayuela hacen pensar en el epicentro cortazariano: además de García Márquez y Fuentes estarán José Saramago, Tomás Eloy Martínez, Noé Jitrik, Enrique VilaMatas, Luisa Valenzuela, Carlos Monsiváis y Juan José Millás, entre otros, a quienes se sumarán catedráticos de universidades como Cambridge, Harvard o Trinity College. Los foros del coloquio enfocarán diversos temas: “El legado imaginario de Cortázar”, “Pensamiento político”, “Prácticas liberadoras de la escritura”, “Cortázar traductor y traducido”. En la apertura del encuentro se inaugurará, además, la Casa Cortázar, donde funcionará el Centro de Estudios de Literatura Latinoamericana y se constituirá la sede del Premio Juan Rulfo. El programa se completa con recitales de jazz y funciones de danza, cine y teatro que refieren de alguna forma a su vida o su obra.
Con un acto en plaza Cortázar de Palermo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por su parte, inauguró el jueves el 04 Año Cortázar; Aníbal Ibarra y el secretario de Cultura, Gustavo López, encabezaron el asunto, destacaron la importancia del hombre y la necesidad de recordarlo y difundirlo, y leyeron unos párrafos de 62. Modelo para armar y de Un tal Lucas. En el acto también participaron los escritores Federico Andahazi, Angélica Gorodischer y Manuela Fingueret y el cineasta Manuel Antín, quienes coincidieron en subrayar la vigencia del autor. El gobierno organizó, para este jueves y para el viernes 20, entre las 18 y las 21, en la misma plaza y en cinco de los bares que la rodean, una serie de lecturas (a cargo de Tristán Bauer, María Rosa Gallo, Graciela Dufau, Liliana Heker, Lito Cruz, Estela de Carlotto y Clorindo Testa, entre otros) y recitales de jazz, en base a temas y autores citados por Cortázar en su obra. El programa de Cultura de la Ciudad se extiende hasta noviembre y prevé la creación del Premio Julio Cortázar de novela corta inédita, micros radiales, un stand en La Feria del Libro, un ciclo de cine y otro de teatro de cámara, “Mega maratón de lectura simultánea en escuelas secundarias”, “Mega campeonato de rayuela” en primarias... La presentación dejó dos sensaciones: que fue lanzada algo de apuro, por un lado, y que por fin desde el Estado se le hace a Cortázar, justa y generosamente, un lugar.
En agosto se abrirá al público, en el Centro Cultural Recoleta, la muestra Presencias, dirigida por Facundo de Almeida y Liliana Piñeiro, en la que se exhibirán fotografías, documentales, primeras ediciones, libros de Cortázar hechos en colaboración con artistas plásticos y fotógrafos y, entre otras cosas, los cinco números de Sin censura, la publicación en la que, junto a otros intelectuales y desde el exilio, se denunciaban los crímenes de las dictaduras latinoamericanas durante los años ‘70. En el marco de la muestra, y co-organizado por el Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, tendrá lugar el congreso “Cortázar y la traducción literaria”, al que asistirá Aurora Bernárdez, la primera compañera del escritor. Los organizadores de Presencias editarán, además, un libro con 150 fotografías y una “autobiografía” armada con declaraciones de Cortázar en distintas entrevistas. La muestra, concebida como itinerante, se exhibirá en abril en la Feria del Libro de Bogotá, ya tiene confirmado su paso por Lima, San Pablo, Santiago de Chile y Rosario y, según los organizadores, también podría extenderse a Cuba, España, Francia y Bélgica. Desde hace años que De Almeida rastrea las huellas de Cortázar; en ese camino fue robusteciendo cada vez más su relación con Aurora, que le cedió muchos materiales y pistas para consolidar la muestra. Con el tiempo la retribuyó con hallazgos como éste: una edición que se creía inexistente de El tango de la vuelta-La puñalada, con textos de Cortázar y dibujos del artista holandés Pat Andrea, un libro del cual Aurora no tenía noticia alguna.
Las Madres de Plaza de Mayo también organizaron, en su universidad, una semana de talleres y actividades en homenaje al escritor. El ciclo se abrirá el próximo jueves a las 19 con la proyección de Cortázar, de Tristán Bauer, y en los días sucesivos habrá dramatizaciones teatrales, lectura de poemas, cartas y cuentos, y, por supuesto, debates en torno de temas como “Rayuela, el juego en la creación política y cultural”, “Cortázar y las revoluciones latinoamericanas: Cuba y Nicaragua” y “Cortázar, la dictadura genocida, el exilio, las Madres”, entre otros.
En Barcelona, esta semana, recitarán sus cuentos y darán conferencias sobre él; en marzo, la Universidad de Cádiz organizará un encuentro internacional al que irán biógrafos (Cristina Peri Rossi, Miguel Herráez) y amigos (Saúl Yurkievich, Francisco Porrúa), y en el que también se analizará su obra. Y en fin: difícil incluir todo aquí, porque su recuerdo abarca muchas geografías y se irá ensanchando a lo largo del año. Cuesta, eso sí, evocar un reconocimiento de estas dimensiones y características a un escritor. Algo querrá decir Julio Cortázar, todavía.

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Cortázar es el centro de atención en un año muy especial.
En agosto se cumplen 90 de su nacimiento en Bruselas.
 
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