Hizo todo lo que pudo. Lo intentó, pero no le alcanzó. River selló el peor semestre de su historia con un empate 1-1 ante Estudiantes y así se despidió del torneo en la última colocación. Los goles los marcaron Eduardo Tuzzio y Mauro Boselli, ambos en el segundo tiempo. Así, sólo con 14 puntos, dos partidos ganados y una pila de records negros, el conjunto dirigido por Gabriel Rodríguez le puso punto final a un campeonato que será difícil de olvidar.

Era la última chance de escaparle al fondo de la tabla. Después de un torneo nefasto, que se transformó en la peor campaña de la historia, sólo le quedaba ganar o ganar. Por eso River salió decidido a transformarse en protagonista del encuentro, y mostró mucho orden y concentración.

A partir del buen manejo de Abelairas y de la movilidad de Rosales insinuó lo mejor durante los primeros minutos del encuentro. Sin embargo, poco a poco esa actuación aceptable se diluyó y Estudiantes se fue parando mejor. Así, con Verón como conductor y el empuje de Gastón Fernández en ataque, el local se fue arrimando al arco que defendió Vega, pero a diferencia de lo que ocurrió durante varios tramos del torneo, la defensa de River exhibió mucha solidez.

Por eso, el conjunto de Gabriel Rodríguez no se preocupó cuando no tuvo el manejo de la pelota. Y mucho menos, cuando a los 27 minutos generó dos situaciones claras de gol. Primero, Ferrari sacó un derechazo muy potente que Andújar rechazó con los pies, e inmediatamente el arquero se volvió a lucir, después de un remate de Archubi.

Sin embargo, la chance más clara de toda la etapa la tuvo Cellay, que de cabeza estrelló la pelota contra el palo. Antes, ambos equipos se intercambiaron el dominio del partido. Todo fue muy equilibrado.

En el complemento estuvieron todas las emociones. Porque Estudiantes en menos de cinco minutos tuvo la chance de quebrar el resultado pero Alayes y Galván, en ese orden, no tuvieron puntería. Y River lo aprovechó. Porque tras salir de ese asedio del local, en una de la primeras jugadas que creó en esa parte, Abelairas tiró un excelente centro, Tuzzio se elevó y con un cabezazo certero puso la pelota contra el palo derecho de Andújar.

El gol, de todas maneras, no significó un inflador anímico para River, sino todo lo contrario. A partir de ahí, el local se animó y creció. Ayudado por la inteligencia de Astrada que leyó muy bien el partido y acomodó el equipo, Estudiantes llegó a la igualdad que tanto había buscado de la mano de Boselli.

Pero después de mostrar tanto impulso se desacomodó. Por eso el desarrollo se hizo de ida y vuelta y lo pudieron ganar los dos. Lo tuvo River de contra, con un remate que Galmarini no pudo aprovechar; también lo tuvo Estudiantes, pero Vega le sacó un cabezazo a Boselli sobre el final. Por eso fue empate, que finalmente fue lo más justo.

Informe: Nicolás Sagaian.