DEPORTES › LOS CUATRO GANADORES ANTERIORES, EN LA PELEA POR LA EDICIóN 2013

Un Dakar que se corre a cuatro bandas

Peterhansel, Al Attiyah, Sainz y De Villiers animan el rally que se larga mañana. A los argentinos les cuesta cuatro millones de pesos. Alvarez y Terranova, los que pueden terminar adelante.

 Por Pablo Vignone

En lo que promete ser una lucha apasionante por el triunfo, los cuatro ganadores del Dakar sudamericano se medirán palmo a palmo en esta quinta edición del rally más famoso del mundo en esta parte del mundo, que arranca mañana en Lima. El qatarí Nasser al Attiyah, el español Carlos Sainz, el sudafricano Giniel de Villiers y el francés Stephane Peterhansel quieren desempatar en este Dakar 2013, que en la categoría de autos, la más importante aunque no la más nutrida, tendrá 18 tripulaciones argentinas entre los competidores, participación para nada sencilla ni económica: según los cálculos, a los argentinos les cuesta más o menos 4 millones de pesos correr entre Lima y Santiago de Chile, pasando por siete provincias argentinas.

Peterhansel, ganador el año pasado (su décimo triunfo en el Dakar) arranca como líder del equipo oficial Mini, bancado por BMW, con el español Nani Roma, el ruso Leonid Novitskiy y el polaco del nombre impronunciable, Krzystof Holowczyc, como laderos. Van a estar prendidos en la lucha por la punta hasta los tramos finales: las dunas de Fiambalá, en Catamarca, en la undécima etapa, podrían decidir buena parte de la suerte de la prueba. “No va a ser relajado”, opina el francés.

Otro de los equipos 4x4, el Toyota, tiene a De Villiers (ganador en 2009) como líder, pero alienta el trabajo del sanrafelino Lucio Alvarez, el mejor argentino del Dakar 2012 (5º) y que sumó experiencia durante todo el año. “Tengo muy claro para qué corro –dijo–. Quiero repetir la actuación del 2012; si subo al podio, mejor.” Las Hilux ya corrieron el año pasado con el reglamento que impera a partir de este año y que limita la preparación de los motores; esa experiencia podría pesar a su favor en los tramos iniciales en Perú, cuatro etapas sobre terreno arenoso.

La gran novedad de este Dakar 2013 es el estreno del equipo que forman Al Attiyah (vencedor en 2011) y Sainz (triunfador en 2010) con sendos buggies de tracción simple (4x2, a diferencia de los Mini y Toyota 4x4) construidos en Estados Unidos y que llevan motor Corvette V8. Los buggies disponen de un incremento de potencia respecto de los 4x4 y un sistema de inflado y desinflado automático de cubiertas, para superar las desventajas de tránsito en las dunas respecto de los vehículos de tracción integral. La incógnita de los buggies es su resistencia mecánica para atravesar los casi 9000 kilómetros de exigencia en el terreno. “Tenemos que ser inteligentes y llevar los dos autos a la llegada”, dijo el qatarí, medalla de bronce en Londres 2012 en tiro.

El desafiante vuelve a ser el explosivo estadounidense Robby Gordon, con su Hummer naranja, enfrentado a la organización del Dakar a la que acusa de favorecer a los pilotos franceses y, especialmente, a Peterhansel. El año pasado lo desclasificaron argumentando una preparación ilegal de su motor; siguió hasta el final bajo apelación. “El año pasado había dicho que los Mini eran autos para mujeres –declaró ayer en Lima–. Ahora pienso que los buggies son muy feos, se nota que los diseñó Nasser.”

El equipo X-Raid, que prepara los Mini, pone en carrera a los BMW que conducirán el mendocino Orlando Terranova (9º en 2010) y el chileno Boris Garafulic. El argentino aspira a olvidar el mal trago de 2012, cuando su navegante se “borró” a mitad de la prueba, sintiéndose maltratado por el piloto, y terminar entre los diez primeros.

Alvarez y Terranova son la avanzada argentina, que es menor a la de otros años: la largada en Lima desalentó a unos cuantos. Los hermanos Marcos y José Luis Di Palma cargaron su camioneta Toyota en un camión de transporte, el sábado en Arrecifes, y de allí el segundo partió rumbo a la capital peruana, adonde arribó tres días más tarde.

El ex campeón de TC y TC2000 Juan Manuel Silva estimó en “alrededor de cuatro millones de pesos” el costo del Dakar 2013 para los argentinos. “Sólo la inscripción de piloto y navegante cuesta 25 mil euros, y cada mecánico sale 9 mil” contó a Página/12 Silva, que va por su tercera experiencia y confía “en llegar entre los 20 primeros” con una camioneta Volkswagen equipada con un motor preparado por Orestes Berta, lo mismo que Emiliano Spataro, que maneja una Renault Duster y ya completó las dos ediciones pasadas del Dakar.

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El Mini de Stephane Peterhansel, en Lima.
Imagen: AFP
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