DEPORTES › SE CUMPLEN TREINTA AÑOS DEL DEBUT DE DIEGO MARADONA EN PRIMERA

“Vaya Diego, y si puede tire un caño”

El 20 de octubre de 1976, pocos días antes de cumplir 16 años, entró en el segundo tiempo del partido en el que Talleres venció a Argentinos en La Paternal, con instrucciones precisas...

 Por Enrique Escande

Diego Maradona, el mejor, daba su primer paso hacia el estrellato en el fútbol hace treinta años, el 20 de octubre de 1976, cuando debutó en Primera. Era un miércoles y en el modesto estadio de madera de Argentinos Juniors unos 7700 aficionados pagaron la entrada para ver el partido del Campeonato Nacional entre el Bicho y Talleres de Córdoba.

Pocos imaginaron que serían testigos de un hecho histórico y muchos más aseguraron haber estado allí esa tarde de calor agobiante. Sus parientes, sus amigos e incondicionales hinchas del equipo de La Paternal estaban enterados de que, al menos, jugaría unos minutos, porque el técnico Juan Carlos Montes lo había convocado para ir al banco.

Faltaban diez días para que cumpliera los 16 años. Soñaba con ser campeón y jugar un mundial, como lo dijo en una entrevista de Canal 7 (en blanco y negro) cuando asombraba en los torneos infantiles en los que participaba con el equipo de Los Cebollitas, que dirigía su descubridor, Francisco “Francis” Cornejo.

Ganaba Talleres 1-0 y estaba por terminar el primer tiempo. “Montes, que estaba en la otra punta del banco, giró la cabeza hacia mí y me clavó la mirada como preguntándome ‘¿Se anima?’. Yo mantuve la mirada y ésa, creo, fue mi respuesta. Enseguida empecé con el calentamiento y en el arranque del segundo tiempo entré”, comentó Maradona en su libro Yo soy el Diego.

“Vaya, Diego, juegue como usted sabe, y si puede tire un caño”, le dijo el técnico en el momento en que sustituía al volante Rubén Giacobetti. “Le hice caso: recibí la pelota de espaldas a mi marcador, que era Juan Domingo Cabrera, le amagué y le tiré la pelota entre las piernas; pasó limpita y enseguida escuché el ‘Ooooole’ de la gente, como una bienvenida”, recordó el Diez, que ese día tenía puesta la camiseta número 16. Ese caño fue el recurso que lo identificó para siempre. Argentinos perdió el partido, pero a muy pocos le importó ese detalle. El país entero comenzó a hablar del pibe de oro y nunca dejó de hacerlo.

Pelusa o Pelusita era el apodo de aquel diminuto malabarista que hasta pocas semanas antes del debut soñado entretenía a los espectadores en el descanso de los partidos que disputaba el equipo profesional del club, haciendo piruetas con la pelota.

Pelusa, Diego, o el morochito de Villa Fiorito –donde comer todos los días era poco menos que una hazaña–, se convirtió rápidamente en Diego Armando Maradona, el astro del fútbol que asombró al mundo con sus genialidades en las canchas y sus desplantes al poder y que tuvo en vilo a millones de aficionados y admiradores con sus problemas con la droga.

Varios títulos de campeón coronaron su carrera: en el Mundial Sub-19 de Japón ’79 con la Selección Argentina; en su país con Boca en 1981; en el Mundial de México ’86 con la Selección mayor y dos veces en la Liga de Italia, 1986-87 y 1989-90, con el Napoli. También fue campeón de la Copa del Rey con el Barcelona en la temporada 1982-83, y más tarde de la Copa de la UEFA y de la Copa de Italia con el conjunto napolitano.

Volvió a jugar en España con el Sevilla en los años noventa y de regreso vistió, en cinco partidos, la camiseta de Newell’s. Sin haberse retirado como futbolista, fue entrenador de Racing y Deportivo Mandiyú.

En 1993, cuando la AFA celebró el centenario de la organización de ese deporte en el país, sus dirigentes determinaron que Maradona había sido el mejor futbolista argentino de la historia y le dieron un premio. Un año después, Julio Grondona dispuso retirarlo del Mundial de Estados Unidos ’94 tras el resultado positivo de un control antidoping al que fue sometido en Boston al terminar el partido Argentina-Nigeria. Más tarde surgieron propuestas para retirar la camiseta 10 –con la que estuvo identificado durante toda su carrera– de las selecciones nacionales, medida con la que Diego dijo haber soñado alguna vez. La FIFA se opuso.

Maradona se retiró el 25 octubre de 1997 como jugador de Boca –en momentos en que se sospechaba que había dado positivo otra vez–, tras ser sustituido en un clásico contra River por Juan Román Riquelme.

A principios de 2000 estuvo al borde de la muerte al sufrir una crisis cardíaca en Punta del Este y vivió varios años en Cuba, donde se sometió sin rigor alguno a un tratamiento por su adicción a las drogas. En aquellos tiempos su vida fue un calvario, sometido por el consumo de estupefacientes,que redujo al mínimo su capacidad cardíaca y de resolución y lo llevó a la ruina económica.

Tocó fondo en 2004, cuando una recaída le dejó postrado en una clínica de Buenos Aires, alrededor de la cual se reunieron multitudes para manifestarle su idolatría, y más tarde en un neuropsiquiátrico.

Le hicieron un by-pass gástrico en Colombia, bajó de peso, fue el presentador de un programa de TV de gran audiencia, le pagan fortunas por su participación en anuncios publicitarios y juega partidos de veteranos con los que gana más dinero que muchos profesionales en actividad. El día 30 de este mes cumplirá 46 años.

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Diego Maradona no lo puede creer: ¿ya treinta años? El 30 de este mes cumplirá 46...
 
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