ECONOMíA › LA INAUGURACION DE LA RURAL FUE ESCENARIO DEL GRAN FESTEJO DEL CAMPO. MIGUENS PLANTEO LOS NUEVOS OBJETIVOS POLITICOS

“Somos parte de una vanguardia transformadora”

Rodeado de figuras de la oposición, el presidente de la Sociedad Rural habló abiertamente de avanzar con un armado político que desplace al oficialismo en 2011. Sostuvo que “el campo” buscará ampliar su representación legislativa. Duras críticas al Gobierno.

 Por David Cufré

“Y pegue, y pegue, y pegue Miguens pegue”, recibió la platea de Palermo al presidente de la Sociedad Rural, como quien prepara la mesa para darse una panzada. A su lado en el palco ya estaban ubicados Mauricio Macri, Alberto Rodríguez Saá y Juan Schiaretti, además de los socios de la Mesa de Enlace, incluida la Federación Agraria y su estrella Alfredo De Angeli. La fila de atrás quedó para diputados como Francisco De Narváez y Federico Pinedo y emblemáticos del menemismo como el almirante retirado Jorge Enrico, ex jefe del Estado Mayor Conjunto en los ’90. La primera ovación ya había pasado, cuando el locutor leyó el mensaje que envió por carta el vicepresidente Julio Cobos (ver aparte), la única figura del Gobierno que aunque sea de ese modo marcó presencia en el acto. Luciano Miguens no defraudó al auditorio. Al cabo de media hora de discurso, volvió con una idea que ya había planteado el año pasado. En aquella oportunidad hizo una reflexión sobre la importancia de “invertir” bien el voto de cara a las elecciones presidenciales. Su aspiración de entonces se vio frustrada con el categórico triunfo del oficialismo. Ayer, en una circunstancia política muy distinta, arremetió: “Necesitamos un plan agropecuario nacional a largo plazo. Podemos empezar ahora, o esperar al 2011”.

La inauguración de la Rural se hace dos semanas después del inicio de la muestra, una vez que se completa la premiación de los grandes campeones. El evento sirve de excusa para que esos animales puedan ser exhibidos a las autoridades y al público en general. Es la fiesta de los ganadores, de la alcurnia, en la pista y en las tribunas. Ayer había más motivos que nunca para la celebración. Y para que sus asistentes confundieran ese espacio con la totalidad de la Argentina. “Nuestra identidad como país, ‘el ser nacional’, está inexorablemente ligado al campo, a nuestra cultura y nuestros valores”, interpretó Miguens, “Así, cuando se ofende al campo, se ofende al pueblo, y cuando se ataca al campo se ataca a la Argentina”, valoró. Esa frase marcó la continuidad del debate con Cristina Fernández, quien hace dos meses les reclamó a los ruralistas que se sientan parte de la Nación y no sus propietarios.

Lo que se vio ayer en Palermo fue la condensación de un proyecto político, de un modelo de país opuesto al que dice representar el Gobierno. La carta de Cobos en ese contexto fue otro paso que lo alejó del kirchnerismo. El tiempo dirá si tiene retorno. La primera idea que buscó instalar Miguens fue que las corporaciones agropecuarias quedaron del lado de la racionalidad: “Nuestros fundadores concibieron un país forjado en la preeminencia del diálogo sobre la violencia, de la libertad sobre la opresión, de la educación sobre la ignorancia”, indicó. La Presidenta pareció contestarle más tarde en su conferencia de prensa cuando recordó los cortes de ruta, el desabastecimiento, la suba de precios, el daño a otros sectores económicos y hasta la muerte de una persona en Córdoba que no pudo atravesar un piquete rural, mientras que el Gobierno evitó reprimir y envió el debate de las retenciones móviles al Congreso.

Para Miguens, “la Sociedad Rural es hoy parte de una vanguardia transformadora”. Fue una definición con alto contenido político. “Estamos junto a quienes aspiran a integrar una nación más justa, mejor constituida institucionalmente y más democrática, en la búsqueda de soluciones”, completó, rodeado de figuras opositoras. No estuvo Elisa Carrió, de vacaciones, y alejada a la fuerza de los ruralistas desde que Mario Llambías le impidió subir al palco de los triunfadores la noche de la votación en el Senado.

Los primeros aliados de Sociedad Rural en esa “vanguardia transformadora” son las otras cámaras agropecuarias. Federación Agraria reforzó ayer su incorporación a su espacio. Estuvo representada por su vicepresidente, Pablo Orsolini, ya que Eduardo Buzzi se repone de un problema de salud. Junto a Orsolini se sentó el presidente de Confederaciones Rurales, Mario Llambías, y en la otra punta estaba el vicepresidente de Coninagro, Carlos Garetto. El titular de la Rural los nombró uno por uno. “Juntos hemos compartido esta gesta del campo y del pueblo argentino contra la arbitrariedad y la injusticia”, destacó. “Señores, esta Ganadera es histórica. El campo está unido. Esta realidad está aquí para quedarse”, exclamó, en medio del griterío.

“Acudimos cada vez que nos convocó el Gobierno, y lo seguiremos haciendo. (Pero) seguiremos asistiendo en forma conjunta. No aceptaremos más intentos de disgregación”, advirtió. El punto de conflicto más inmediato con el Ejecutivo es por este tema, ya que el nuevo secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, sostuvo que “la institucionalidad de la Mesa de Enlace está terminada” y señaló que convocaría a las entidades de a una. No obstante, desde el Gobierno luego deslizaron que esa posición podría modificarse.

“Queremos que los gobernantes sepan que el campo forma parte del país y nunca más será furgón de cola en las decisiones que comprometan su integridad y su destino”, arengó Miguens. En el palco también se encontraban los presidentes y altos directivos de otras cámaras empresarias, como Juan Carlos Lascurain y Federico Nicholson de la Unión Industrial, Carlos de la Vega de la Cámara de Comercio, Adelmo Gabi de la Bolsa de Comercio, Enrique Mantilla, de la Cámara de Exportadores, y los empresarios Julio Werthein y Eduardo Eurnekian, entre otros.

Varios de ellos aplaudieron especialmente el “capítulo económico” del discurso. “A la inflación se la debe combatir, no esconder. La inflación es la principal amenaza a la economía nacional. Redistribuir riqueza es también eliminar la inflación.” Pero la fórmula de combatirla auspiciada por Miguens es muy distinta a la estrategia oficial. “Las políticas de control de precios y de subsidios al consumo no sólo volvieron a demostrar su ineficacia, sin beneficiar al consumidor, sino que además ahuyentaron la posibilidad de inversión, y con ella una mayor producción”, sostuvo. Más aplausos cosechó al tocar el tema Indec, aspecto en el que el Gobierno se encuentra en absoluta soledad respecto de lo actuado. “Por no tener soluciones de fondo (contra la inflación) se manipulan los índices de un Instituto tan prestigioso como el Indec, perjudicando la credibilidad del país. Al consumidor, al ama de casa, no se la puede engañar más”, aseguró.

Ya un clásico de la derecha, Miguens protestó contra “el avance sin límite del gasto público”, aunque luego pidió la “intervención urgente” del Estado para desembolsar fondos que rescaten a los productores afectados por la grave sequía. A causa de tanto gasto, dijo, el Gobierno intenta elevar la recaudación como sea y por eso apela a instrumentos como las retenciones. Como al pasar, el titular de la Rural afirmó que “las retenciones continúan siendo confiscatorias”, pero no planteó su segmentación como se había anticipado. En lugar de ello, Miguens dedicó una carilla de su discurso para embestir contra la Oncca, el organismo público que regula el comercio agropecuario. “El Gobierno parece actuar más con un criterio de presión que con vocación de aumentar la producción”, le dedicó a aquella dependencia.

Al referirse a la ganadería y a la lechería, expuso un diagnóstico fatalista. “En los últimos tres meses se autorizó la exportación de apenas un tercio de los cupos acordados oportunamente con el Gobierno. Son medidas perjudiciales que dan un tiro de gracia a este sector emblemático”, consideró. “La lechería también requiere una solución de fondo”, reclamó. El pedido concreto fue que se autorice un fuerte aumento de precios a los productores, con su inevitable impacto para los consumidores. “Ahora no se cubren los costos de producción. Así se cierran dos o tres tambos por día”, sentenció.

Miguens no olvidó agradecer a los legisladores que votaron contra las retenciones móviles, y anticipando el final de su discurso, cuando puso la mirada en la pulseada electoral de 2011, reveló el objetivo político inmediato de las corporaciones agropecuarias. “Ahora tenemos el desafío de potenciar nuestra representación legislativa”, explicó. En cuanto a las metas como sector, mencionó que son “duplicar la producción en diez años”. El primer paso, dijo, sería eliminar las retenciones a todos los productos de las economías regionales. “Esto que parece un sueño puede ser realidad. Sólo se requiere un plan agropecuario a largo plazo. Podemos empezar ahora, o esperar al 2011”, se despidió.

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“Ahora tenemos el desafío de potenciar nuestra representación legislativa”, sostuvo Miguens.
Imagen: Bernardino Avila
 
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