ECONOMíA › MOODY’S, OTRA AGENCIA CALIFICADORA, PUSO BAJO SOSPECHA LA SOLVENCIA FISCAL DE ARGENTINA. SIGUIO LA RECOMPRA DE BONOS

Otra nota más para convocar fantasmas

Primero fue Standard & Poor’s y ahora se sumó Moody’s, ambas agencias de calificación de riesgo, para cuestionar la capacidad de pago de Argentina. Pese a ese castigo, los bonos continuaron su racha de cuatro ruedas en alza debido a la recompra oficial.

 Por Cristian Carrillo

Después de Standard & Poor’s le tocó a su competidora, Moody’s. Y como dos hermanas gemelas que se visten igual, una y otra coincidieron en castigar a la Argentina. Ayer le tocó el turno a Moody’s, que consideró que los bonos locales tienen más riesgo de no ser honrados por el país, con argumentos controvertidos. Esa movida de las calificadoras internacionales se produjo en la semana que el Gobierno dispuso una estrategia de recompra de títulos públicos para mejorar sus cotizaciones. En esa línea, ayer el Banco Nación, a cuenta del Tesoro, destinó unos 120 millones de dólares para rescatar del mercado bonos con vencimiento a mediano plazo, operación que se tradujo en una suba de uno por ciento en el papel más representativo, el Descuento. De esa forma, los bonos acumulan cuatro jornadas consecutivas con cierre positivo.

En tanto, las acciones operaron con un leve retroceso de 0,3 por ciento, para ubicarse el índice MerVal en 1738 puntos. El dólar se movió por primera vez en el mes y fue a la baja: al público se ofreció en 3,05 pesos.

A la baja en la nota que informó Standard & Poor’s se le sumó su principal competidora, Moody’s, que cambió la perspectiva sobre la deuda soberana argentina. Esta última calificadora mantuvo la nota, debido a que el país “no registra incumplimientos”, pero llevó la perspectiva de “positivo” a “estable”. Lo mismo hizo para los papeles emitidos por la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Mendoza. De esta manera, ambas medidoras, actualmente investigadas, junto con Ficth Rating, por la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), coinciden en una mayor fragilidad de la economía argentina. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner había apuntado anteayer sobre estas agencias por “no haber anticipado la crisis” de las hipotecas “subprime”, mientras que la SEC va más allá y las responsabiliza de “no haber administrado apropiadamente sus conflictos de intereses a la hora de asignar sus notas”.

El cambio en la calificación no generó demasiado ruido y los inversores siguieron guiándose por el sentido de la oportunidad. Las ventas de bonos fueron para aprovechar las ganancias que acumula en lo que va de la semana. Las compras, en cambio, volvieron a estar sostenidas por la presencia del Tesoro, que ayer sumó “una cifra intermedia entre el lunes y el miércoles”, según una fuente oficial. Estimaciones privadas coinciden en que se ubicó en unos 120 millones de dólares. “Al menos por esta semana se va a seguir comprando fuerte”, agregó la fuente. El resultado fue que los bonos cerraron en terreno positivo: el Descuento en pesos terminó 1,2 por ciento arriba y acumula ya una ganancia de 11,2. El cupón del PBI ganó 0,4 por ciento, mientras que todas las series de Boden finalizaron en alza. El Par en pesos fue la única baja con un retroceso de 0,9 por ciento.

Las acciones de empresas líderes marcaron un repliegue de 0,3 por ciento. En el recinto bursátil se negoció por 76,7 millones de pesos en acciones, con 39 papeles en baja, 30 en alza y 14 sin cambios. Entre los más golpeados por la toma de ganancias se destacó Petrobras, que perdió 2,9 por ciento, y Pampa Holding, que cedió 2,8, mientras que Tenaris se permitió un avance de 1,8.

Para “no encarecer” los precios a los que el Nación recompra bonos, el Banco Central se mantuvo en las últimas semanas fuera de ese mercado, explicó a este diario un colaborador cercano a Martín Redrado, el titular del BC. Durante julio, las recompras del organismo monetario de títulos propios y del gobierno nacional en el mercado secundario permitieron una reducción de 2,2 por ciento del stock total respecto del mes anterior. El BCRA volvió además a licitar Nobac a más de 600 días, un plazo que no se colocaba desde el comienzo del lockout agropecuario, con el propósito de influir en las tasas de interés de largo plazo.

El dólar al público retrocedió ayer un centavo, para cotizar a 3,05 pesos y en el segmento mayorista, sobre el cierre, borró una leve baja inicial y quedó finalmente en 3,03. La plaza contó con una mayor oferta, proveniente de los exportadores de granos, y recién sobre el final de la jornada aparecieron compras puntuales para atender compromisos con el exterior. Las operaciones con divisas movilizaron 536 millones de dólares, de los cuales 344 millones se cursaron por el Siopel y los restantes 192 millones vía Mercado Electrónico de Cambios. El saldo de la intervención del Central derivó en una caída de 50 millones de dólares de las reservas internacionales, al cerrar en 47.324 millones. En julio, la entidad que conduce Martín Redrado incorporó a sus arcas unos 803 millones de dólares.

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Los títulos Descuento acumulan una recuperación de 11 por ciento desde la intervención del Gobierno en el mercado.
Imagen: Pablo Piovano
 
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