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El decreto con la última propuesta del Gobierno para salir del corralón fue publicado ayer en el Boletín Oficial. Los ahorristas con depósitos pesificados de hasta 42.000 pesos tendrán desde el próximo martes y hasta el miércoles 23 de abril para presentarse en el banco a ejercer la opción. Ese es el plazo original que dispuso el Poder Ejecutivo, pero el decreto aclara que el Ministerio de Economía puede prorrogarlo. Un punto central aún sin definición es el precio del dólar para calcular la cantidad de bonos que recibirá cada ahorrista. El Banco Central tiene que determinarlo cuando dicte la reglamentación, antes del próximo martes. El decreto señala que se tomará “la cotización del mercado libre de cambios” al cierre de ayer. Ese valor fue en promedio, en la punta vendedora, de 3 pesos. Sin embargo, la autoridad monetaria podría adoptar otro criterio, como elegir el cierre del Banco Nación, de 2,99 pesos, o el de referencia para los exportadores, de 2,979.
La diferencia es menor, pero aun así importante para cada ahorrista. Por ejemplo, quien tenía un depósito de 30.000 dólares recibirá bonos por un total de 9500 dólares si se toma la cotización de 3 pesos, 9431 dólares si se toma la de 2,99, o 9355 dólares si se toma la de 2,979. La diferencia entre ambas puntas es de 145 dólares. Se llega a esas cifras después de completar los siguientes pasos:
u Pesificación: el depósito original de 30.000 dólares fue pesificado a 1,40, por lo que se transformó en 42.000 pesos.
u Indexación: a los 42.000 pesos hay que sumarle la indexación por el CER y los intereses acumulados todos estos meses. En total, 61.500 pesos. Esto es porque el 1,40 aumentó a 2,05 pesos por dólar depositado.
u Diferencia con el dólar actual: los Boden 2013 compensarán la diferencia entre 2,05 pesos y la cotización del dólar al cierre de ayer. En este punto es que el Banco Central debe determinar cuál fue ese valor, si los citados más arriba o alguna otra alternativa. Si tomara el precio de 3 pesos, la diferencia sería de 0,95 centavos, que multiplicados por 30.000, y ese resultado dividido por 3, se llega a los 9500 dólares.
En el ejemplo del depósito original de 30.000 dólares, lo primero que debe saber el ahorrista es que si acepta la oferta del Gobierno se llevará 61.500 pesos en efectivo (30.000 multiplicado 2,05). Por la diferencia con el dólar al cierre de ayer obtendrá bonos con vencimiento en 2013. Si fueran 9500 dólares y el ahorrista decidiera vender esos títulos en el mercado, a una cotización estimada del 40 por ciento, recogería 3800 dólares. En conclusión, recuperará 20.500 dólares (61.500 pesos dividido 3) más 3500 dólares. En total, 24.300. Es decir, el 81 por ciento del depósito original.
Los bancos constituirán plazos fijos a 90 días por los depósitos de entre 42.000 y 100.000 pesos. Cumplido ese lapso, los ahorrista podrá llevarse su dinero en las mismas condiciones que en el caso anterior. Y lo mismo ocurrirá con quienes tengan depósitos de más de 100.000 pesos, sólo que los plazos fijos serán a 120 días. Es probable que varios bancos ofrezcan adelantar la devolución del dinero, como estrategia para mostrar solvencia y retener a sus clientes y captar otros. La lógica sería la misma que adoptaron aquellas entidades que adelantaron la salida de depósitos hasta 10.000 pesos, cuando el Gobierno la había fijado en 7000.
Los titulares de depósitos de más de 42.000 pesos tendrán tiempo para ejercer la opción también hasta el 23 de abril. Así se desprende del decreto, aunque la reglamentación del Banco Central podría modificar este punto. Si no lo hace, esos ahorristas tendrán que decidir ahora si aceptan bonos en torno a los 3 pesos, lo que sería equivalente a comprar un dólar futuro. De subir el dólar en tres o cuatro meses, habrán hecho un mal negocio. Y si baja, habrá sido una buena decisión.
Otro aspecto del decreto conocido ayer es que los titulares de cuotas parte de fondos comunes de inversión pueden acogerse a este esquema de salida del corralón. La Comisión Nacional de Valores tiene que reglamentar cómo es el mecanismo para esos casos. En estudios jurídicos que tramitan amparos de ahorristas que buscaron salir del corralón por esa vía señalaron a Página/12 que la actitud de sus clientes variará de acuerdo a la cercanía de una sentencia favorable. Por otra parte, anticiparon que ahorristas que optaron en el pasado por el Canje I o el Canje II, con bonos al 2005, 2007 o 2012, seguramente reclamarán en la Justicia que se les permita cambiar esos títulos por los nuevos, dado que la oferta actual es mucho más favorable de la que les dieron en su momento. Esto anticipa otra ronda de litigios con los que deberá lidiar el próximo gobierno, en una historia que por más esfuerzo que hacen por cerrarla, parece de nunca acabar.