ECONOMíA › EL GOBIERNO LOGRO DETENER LA SUBA DEL DOLAR CON “AYUDA” DEL FMI

La fórmula menos imaginada

El dólar marginal frenó abruptamente su escalada. La sugerencia oficial para rehabilitar la dolarización de activos financieros a través de la Bolsa se combinó curiosamente con una acción del FMI que impulsó el precio de los bonos en Nueva York.

 Por Raúl Dellatorre

Curiosamente, una acción combinada del FMI y del gobierno nacional permitió ayer neutralizar la suba del dólar marginal de los últimos días y lo dejó prácticamente inactivo, casi sin operaciones durante la jornada. La acción combinada, vale aclarar, fue por coincidencia de circunstancias y no por un acuerdo buscado entre las partes (FMI y gobierno nacional). La circunstancia interna fue que, desde el Gobierno, se emitieron mensajes a los agentes de Bolsa flexibilizando las operaciones de compraventa (en pesos) de bonos de deuda soberana en Buenos Aires, y su contrapartida (operación inversa, en dólares) en el exterior. La circunstancia externa fue el salto en el valor (en dólares) de los bonos de deuda argentina que cotizan en Nueva York, impulsado por el posicionamiento del FMI ante los tribunales de dicha ciudad que favorecería a la Argentina en su pulseada con los fondos buitre. Uno y otro factor se combinaron para que reaparecieran las denominadas operaciones de “contado con liqui” en la Bolsa porteña, con un “premio” o ganancia mayor por el aumento de los bonos en dólares en el exterior, lo cual por un lado redujo el precio implícito para la compra de dólares por intermedio del mercado bursátil (“Dólar Bolsa”) y, por otro, le quitó demanda al mercado paralelo, que ayer detuvo abruptamente su escalada.

Las operaciones de “contado con liqui” son una combinación de compraventas que se hacen a través de la Bolsa de Comercio, con bonos o acciones que cotizan a su vez en Buenos Aires y en Nueva York. El propósito de quien las realiza es cambiar un activo en pesos por otro en dólares. La mecánica consiste en comprar bonos de deuda argentina en pesos en Buenos Aires y ordenar simultáneamente su venta en Nueva York, que se cobrarán en dólares en esa plaza y quedarán depositados en una cuenta bancaria en divisas. Toda la operación es absolutamente legal aunque, en la práctica, resulte una fuga de divisas al exterior. Para ser viable, sólo requiere hacerse con bonos que tengan una circulación suficiente en Nueva York como para asegurar que, cuando se ofrezcan, encontrarán comprador.

Para quien hace la operación, el costo es lo que le sale en pesos la compra de los bonos localmente más las comisiones y gastos que le cobren el o los agentes bursátiles o financieros que intervengan. Ese costo es el precio que habrá pagado por los dólares que obtenga tras la venta de los bonos en el exterior. De los dólares que consiga y el precio que haya pagado en pesos surge el “tipo de cambio implícito”, es decir, el costo de comprar dólares a través de la Bolsa.

Aunque no hubo una prohibición formal, en las últimas jornadas trascendió (sin que fuentes oficiales lo desmintieran) que, desde despachos oficiales, se les había reclamado a los principales agentes del mercado que no aceptaran órdenes de operaciones por el “contado con liqui”. Esta inhibición resultó, en la práctica, un corrimiento de operaciones hacia el mercado marginal, en el que los especuladores aprovecharon para inflar el precio de referencia que difunden, elevándolo de 8,05 hasta 8,75 pesos en el transcurso de tres jornadas. Ayer, desde el mismo Gobierno se dieron señales de rehabilitación de la vía del “contado con liqui” y el mercado “blue” volvió a la virtualidad. Es decir, precios de referencia en baja, pero sin operaciones.

Esta rehabilitación del “contado con liqui” fue acompañada, en las primeras operaciones del día de ayer, con una baja en el precio de los bonos de deuda en el mercado local. Como paralelamente estaban subiendo los mismos bonos en la plaza de Nueva York, como reacción al supuesto apoyo que recibiría la posición argentina de parte del FMI en su batalla con los fondos buitre, ambos factores confluyeron para que bajara abruptamente el tipo de cambio implícito para la compra de dólares por vía del “contado con liqui”. La “operación” orquestada desde despachos oficiales para frenar la suba del dólar en los distintos mercados empezó a mostrar resultado exitoso, por acción propia pero también por el apoyo insospechado del Fondo Monetario Internacional.

La sola versión acerca de un escrito que presentaría el FMI ante la Corte de Apelaciones de Estados Unidos, solicitando revocar el fallo de primera instancia de Thomas Griesa que obliga a la Argentina a pagar a los fondos buitre el ciento por ciento del valor nominal de los bonos en default, provocó la trepada de todos los bonos argentinos que cotizan en Nueva York. Por su valor en dólares, los Discount subieron más del 6 por ciento en la jornada, los Global 17 el 4,76 por ciento, los bonos Par 5,11 por ciento y los bonos Cupón PBI entre 9,9 y 11 por ciento. En Buenos Aires, durante la jornada se revertía parcialmente la baja inicial de los bonos en pesos recortando así la caída del “dólar Bolsa”, que de todos modos se mantuvo bien por debajo del informado para el “blue” (8,60 pesos).

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La Bolsa de Comercio volvió a ser la vía para dolarizar activos, quitándole “clientes” al paralelo.
Imagen: DyN
 
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