“Les decimos muy claramente a los productores que la tendencia en el precio de liquidación de soja es decreciente, por lo tanto que no especulen. Con respecto a las empresas cerealeras, el Gobierno les ha generado un instrumento para garantizar condiciones de liquidación. En consecuencia, consideramos que se dan las condiciones de liquidación de soja.” El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, apuntó contra los productores que están reteniendo la venta de oleaginosa, en una cantidad estimada en 6300 millones de dólares. “Nosotros tenemos una visión con respecto a la evolución de las reservas que tiene que ver con la liquidación de divisas”, agregó Capitanich.

El funcionario destacó que una correcta venta de este grano contribuiría a mantener el nivel de las reservas del Banco Central. El presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, y el titular del grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, manifestaron que los productores sojeros “no son especuladores”.

“No hay ninguna actitud especulativa de ninguna clase. Con la inestabilidad que tiene la economía argentina en los últimos tiempos, el productor ahorra en granos, que es en lo único en lo que confía, y va vendiendo estrictamente lo que necesita”, sostuvo Buzzi.

Si bien Grobocopatel coincidió con una posible baja en el precio de la soja, remarcó que “no existe especulación”. “El productor no especula, sino que retiene soja porque es una moneda de cambio. Además es una persona conservadora”, sostuvo el empresario.

Por otro lado, el ministro coordinador ironizó sobre el nivel de endeudamiento de los EE.UU., a raíz de una nota publicada en el diario La Nación, en la que se marcaba una supuesta preocupación del gobierno norteamericano por el nivel de reservas del Banco Central. “Nosotros manifestamos nuestra preocupación con respecto a Estados Unidos porque la deuda pública supera más del ciento por ciento del PBI. Y en segundo lugar porque han triplicado la base monetaria, lo mismo que Gran Bretaña, que ha quintuplicado su base monetaria”, aseveró Capitanich.

En su conferencia de prensa matutina, el jefe de Gabinete defendió el uso de las reservas para el “desendeudamiento”. “El 75 por ciento de las reservas se orientó a pagar deuda. Casi 178 mil millones de dólares en la última década. Deuda que no contrajo este gobierno, pero deuda que permitió a la Argentina tener autonomía para crecer y ser el país que más crecimiento tuvo en América latina”, sostuvo el ministro, quien agregó: “Las reservas sirven para pagar deuda, pero también para adquirir bienes importados y tener autonomía financiera”.

En este sentido, Capitanich destacó que las divisas del BCRA también ocuparon un rol clave para definir políticas anticíclicas que le permitieron al país atravesar los coletazos de la crisis mundial de 2009. “Las reservas permitieron que el ajuste del que tanto hablan no haya recaído en el pueblo argentino”, concluyó.