Los derechos de los peones rurales consignados en la ley de contratos agrarios, sancionada en diciembre de 2011, también tiene un capítulo financiero. El Registro Nacional de Trabajadores y Empleados Agrarios (Renatea) firmó junto al Banco Nación un convenio para bancarizar a todos los peones rurales en relación de dependencia. Hasta el momento fueron abiertas 400 cuentas sueldo, mientras que en junio serán abiertas otras 650 cuentas. La primera etapa de este plan llegará a 15.000 trabajadores rurales. “Esta política forma parte de un proceso de inclusión financiera, a partir del cual los trabajadores del agro gozarán de todos los beneficios de la bancarización, como acceder a préstamos personales o los descuentos que se realizan a través de las tarjetas de débito y crédito”, explicó a Página/12 Cecilia Fernández Bugna, directora del Banco Nación.

Las cuentas sueldo son abiertas a pedido del Renatea, a medida que avanza la fiscalización y la formalización de los peones rurales. Tanto para los empleadores como para los trabajadores, la cuenta no tiene costo y se mantiene abierta más allá de los períodos donde no se registren depósitos producto de la estacionalidad laboral de cada peón.

El 93 por ciento de los trabajadores que ya recibieron su tarjeta de débito retiró su sueldo por cajero, mientras que el 66 por ciento de ellos, realizó compras en comercio por primera vez. Si bien para muchos pueden ser nada más que centavos, a partir de estas operaciones bancarizadas los trabajadores pueden acceder a la devolución del IVA que cada banco reintegra. Incluso ya hay peones que han realizados plazos fijos.

“De esta manera logramos avanzar en la construcción de un modelo de país inclusivo, que piensa en las particulares condiciones de vida, usos y costumbre de los diversos grupos poblacionales del país, poniéndolos en pie de igualdad y otorgándoles a todos los mismos derechos. También se apunta a resolver determinadas particularidades del trabajo agrario, entre ellas la estacionalidad de las actividades, la dispersión geográfica, la temporalidad y discontinuidad de las labores según los ciclos productivos”, aseveró Fernández Bugna.

El 70 por ciento de los que ya recibieron su tarjeta de débito son hombres y el 30 por ciento, mujeres. En cuanto al promedio de edad, el 60 por ciento está concentrado en la franja que va de 20 a 40 años. Una vez que el Renatea identifica a los trabajadores a los que se les abrirá una cuenta sueldo, se planifica junto al Banco Nación un cronograma de entregas de los plásticos, que incluye la capacitación en el lugar. Para muchos será la primera vez que accederán a un cajero automático.

La política de inclusión financiera también se extenderá a las trabajadoras y trabajadores de casas particulares. El Banco Nación está finalizando el convenio que firmará con la AFIP para que todos los que estén comprendidos en la ley de trabajo en casas particulares puedan acceder a los beneficios de la bancarización.

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