ECONOMíA › BICAMERAL SOBRE LAVADO DE ACTIVOS

Nadie vio, nadie sabe

 Por Federico Kucher

La comisión bicameral que investiga las cuentas no declaradas de argentinos en HSBC Suiza recibió ayer al vicepresidente del Banco Santander, Guillermo Rubén Tempesta Leeds, en una reunión de la que participaron además los especialistas en fuga de divisas Jorge Gaggero, Alicia López y Marcelo Casanovas. El directivo de la entidad financiera, una de las que maneja la mayor cartera de créditos y depósitos en el país, aseguró ante legisladores de la comisión que la filial local del Santander Río no ofrece servicios para facilitar la evasión de dinero, que desconoce si el grupo global presta esta clase de operatoria y que el banco (y firmas asociadas) no opera activos denominados en dólares para hacer contado con liquidación.

“La primera aclaración que quiero hacer es que Santander Río tiene una actividad altamente regulada y estamos bajo el control permanente del Banco Central, la AFIP, la CNV y otras entidades de regulación. En nuestra casa se cumple estrictamente la ley”, dijo Tempesta. Agregó que la entidad cuenta con más de dos millones de clientes en el país, en tanto que ofrece un servicio especializado para titulares de cuenta de altos ingresos que recibe el nombre de banca privada. “Es un servicio premium que busca asesorar a los inversores con ahorros de más de un millón de pesos en la compra de activos locales. La tarea puntual es armar el perfil de inversiones de cada uno de estos clientes según su nivel de aversión al riesgo”, precisó.

Carlos Heller, diputado del Frente para la Victoria, le realizó una serie de preguntas tras la exposición.

Heller: –¿Sabe quién es Laureano Bello?

Tempesta: –No.

Heller: –Es funcionario del Santander dedicado a atender el segmento de banca privada desde Miami para clientes argentinos.

Tempesta Leeds se comprometió a corroborar su existencia. La comisión elevará un pedido formal a la entidad bancaria para conocer detalles acerca de este individuo. Heller preguntó además por qué el Santander, sabiendo la connotación negativa que tiene la expresión banca privada –a nivel internacional se la conoce como el servicio que prestan las entidades financieras para evadir dinero–, decidió ponerle ese nombre a su unidad de negocios para clientes premium. Tempesta aclaró que la denominación provenía de “antaño” y que el Santander dejaba bien en claro a sus titulares que el servicio especializado implicaba únicamente maniobras legales.

La reunión de la comisión bilateral incluyó la presentación de tres especialistas en materia de evasión. Gaggero, investigador del Cefid-ar y experto en políticas tributarias, ofreció datos relevantes sobre el nivel de fuga de divisas de la economía. Aseguró que el flujo de dólares fugado en 2012 a través de canales no registrados ascendió a 28 mil millones de dólares, una cifra equivalente al 82 por ciento de las reservas internacionales. López, ex presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), mencionó que las maniobras opacas de la banca privada no son novedad sino que existen desde los 80; mientras que Casanovas, titular de la Fundación contra el lavado de activos, destacó la necesidad de avanzar en una nueva generación de medidas de control.

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