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Este año se discutirá un nuevo régimen de coparticipación federal de impuestos, es decir un nuevo esquema de reparto de la torta impositiva entre la Nación y las provincias. Esta situación ya generó, en los primeros días del nuevo año, chisporroteos entre autoridades nacionales y provinciales, que reclaman para sí el manejo de algunos impuestos clave, hoy recaudados por el gobierno nacional.
Por un lado, el titular de la AFIP, Alberto Abad, aseguró que entre sus objetivos de gestión para el 2004 se encuentra el de crear por ley “un sistema federal de recaudación” impositiva, para lo cual la AFIP asistiría “a las provincias para mejorar su equipamiento informático, incluso con recursos financieros”. Abad explicó, además, que “la ley contemplaría la creación de un órgano colegiado, en el que participarían todos los titulares de Rentas provinciales, y que sería coordinado por la AFIP”. “A partir de allí se crearía un sistema federal de recaudación que daría nuevo impulso a la relación entre el contribuyente y el ente recaudador”, precisó el funcionario. La AFIP se queja de que los organismos provinciales no les suministran las bases de datos de catastro y patentes, necesarias para realizar cruces de información elementales y determinar así la base imponible de algunos tributos nacionales como Ganancias y Bienes Personales.
Lejos de celebrar la propuesta de Abad, el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Gerardo Otero, le respondió que el gobierno bonaerense planteará un mayor federalismo fiscal en la discusión de la nueva ley de coparticipación y sostuvo que la provincia bien podría ocuparse de la recaudación de los gravámenes sobre “Bienes Personales y Ganancias”.
“Si las provincias somos responsables de administrar el 50 por ciento del gasto público total, deberíamos poder ser responsables para recaudar la mayor parte de los recursos que nos ayuden a financiar ese gasto”, argumentó Otero. Y sugirió que el Estado bonaerense podría hacerse cargo de la recaudación de “Bienes Personales y Ganancias de personas físicas, lo cual significaría tener a cargo entre un 30 y un 35 por ciento de los impuestos”.
Los dichos de Otero, a su vez, no parecieron caerle nada bien a Abad. Cuando lo consultaron sobre la posibilidad de transferir a las provincias el cobro de Ganancias y Bienes Personales, se limitó a responder que “esos impuestos deben recaudarse por la AFIP”.