ECONOMíA › LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ SE SIGUE RECUPERANDO

Las terminales toman velocidad

La producción y las ventas de la industria automotriz dejaron atrás los dos peores años de su historia, cuando cayeron a niveles de 1959, y se acercan a las cifras de 2001. Eso quiere decir que al sector todavía le queda mucho terreno por recuperar, pero que atraviesa una clara tendencia a la mejoría. Los números de febrero fueron tan buenos como los de enero, y en ambos casos superaron las proyecciones que las terminales habían realizado poco antes que se iniciara el año. Ese comportamiento de la demanda motivó que varias empresas se animaran a ajustar los precios de algunos de sus modelos más vendidos.
El dato saliente de la información que presentó ayer la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) es que las ventas subieron un 218,5 por ciento respecto a febrero de 2003. En total se colocaron 20.320 unidades. El aumento de las ventas en el primer bimestre fue del 214,5 por ciento en comparación a igual período del año pasado. La caída de 8,8 puntos en relación a enero no es significativa, debido a que febrero es un mes más corto. Lo importante es que la demanda se muestra firme, aunque no debe perderse de vista que se parte de niveles bajísimos.
El nuevo cálculo de las terminales es que este año se colocarían entre 240.000 y 250.000 vehículos, contra los 155.000 de 2003. En 2001 se habían vendido 248.000 unidades, en un momento ya claramente recesivo. El último año aceptable para la industria fue 1999, cuando se vendieron 322.000 autos.
La evaluación que hacen en el sector es que la reactivación llegó finalmente a los bienes durables, que siempre son los últimos en recomponerse después de una crisis. Las expectativas económicas son determinantes para este tipo de compras. Si los consumidores advierten un clima inestable, postergan desembolsos importantes. En ese momento empieza a apreciarse el fenómeno inverso. De allí que varias empresas hayan incrementado los precios de algunos modelos. Ford lo hizo con el Fiesta, el Ka, el EcoSport y la Ranger, General Motors con el Meriva y el Corsa, y Volkswagen con el Gol, en rangos del 1 al 5 por ciento.
Un dato que preocupa a los autopartistas es que de los 20.320 vehículos que se vendieron el mes pasado, solo 6441, el 32 por ciento, fueron fabricados en el país, mientras que el resto se importaron, básicamente de Brasil. AFAC, la asociación que nuclea a los fabricantes de piezas, advirtió la semana pasada sobre el riesgo a que el crecimiento del mercado argentino sea copado por la importación brasileña, relegando a la producción nacional. Para las terminales no es un problema, porque operan como bloque en el Mercosur.
En una de las fábricas, de todos modos, dijeron ayer a Página/12 que “la balanza comercial terminará el año compensada, como ocurrió en 2003”. La posibilidad de exportar vehículos a México y Chile, gracias a los acuerdos firmados recientemente, compensa las menores colocaciones en Brasil. Además, algunas terminales están pudiendo hacer algunos envíos a otros países de América latina, a Europa e incluso a países árabes.
Las exportaciones subieron el mes pasado un 92,6 por ciento contra enero y 42 puntos respecto a febrero de 2003. Se enviaron 10.250 unidades. Por el lado de la producción, los resultados fueron satisfactorios. Se fabricaron 14.152 vehículos, un 17,6 por ciento más que en enero y un 42,8 por ciento por encima de febrero del año pasado.

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