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El director gerente del Fondo Monetario, Rodrigo Rato, rechazó las críticas del Gobierno que asignan una buena cuota de responsabilidad al organismo por la crisis de 2001. “Es difícil de creer que se pueda llegar a una catástrofe económica de ese calibre sólo por las recomendaciones de un organismo multilateral”, dijo Rato en una entrevista con la cadena española Euronews. Y si bien admitió que las recomendaciones del FMI “han podido no ser las mejores”, se mostró seguro de que “muchísimas veces no han sido escuchadas” por los gobiernos argentinos. Además, para Rato otro de los elementos que contribuyeron a mermar la confianza de los argentinos en su economía fue la incapacidad de los “gobernantes para transmitir un mensaje nítido y claro sobre sus políticas de futuro”.
Los dichos del número uno del Fondo son una evidente respuesta a la andanada de críticas que durante toda la campaña electoral disparó Kirchner sobre el organismo. Más aún, días atrás, en declaraciones a un diario francés, el propio Lavagna aseguró que “por suerte no seguimos las recomendaciones del FMI”, en relación a las medidas de ajuste que reclamó Washington durante todo el 2002 bajo la amenaza de que la hiperinflación estaba a la vuelta de la esquina.