ECONOMíA › SE ENDURECE LA PELEA POR LA CARNE. RESTRINGEN AUTORIZACIONES A EXPORTAR

Si no bajan, de negociar ni hablemos

El Presidente de la Nación volvió a enojarse con los ganaderos y lanzó una andanada de críticas sobre los formadores de precios en el mercado de la carne. Recordó el pasado golpista de la Rural y restringió las excepciones a la prohibición de exportar.

 Por Fernando Krakowiak

El lobby que venían realizando los empresarios de la carne para lograr un levantamiento de la suspensión de las exportaciones chocó ayer con la negativa de Néstor Kirchner, quien por la mañana afirmó que “no habrá ningún tipo de negociación hasta que el precio de la carne baje”. Horas más tarde, el Presidente endureció su posición aún más al anunciar, tal como había anticipado Página/12 el jueves pasado, que se revisarán las solicitudes de exportación que se presentaron en la Oficina de Control Comercial Agropecuario haciendo valer acuerdos previos a la prohibición. La resolución que suspendió las exportaciones por seis meses no frena a las mercaderías que, a la fecha de entrada en vigor de la norma, se encontraban “amparadas por cartas de crédito irrevocables o pagadas total o parcialmente”. En el Gobierno sospechan que esa cláusula fue aprovechada para eludir las restricciones con documentación “trucha”. Además, se decidió ampliar la prohibición de exportar al ganado en pie.

“Algunos bancos trabajaron sábado y domingo para tramitar las cartas de crédito que habilitaran las exportaciones de carne argentina antes de que se publicara la prohibición. He dado instrucciones para que se revisen esas operaciones”, afirmó el Presidente. Como el anuncio de prohibir las ventas al exterior había sido realizado el miércoles 8 de marzo y la resolución se publicó en el Boletín Oficial el lunes 13, los exportadores aprovecharon los días intermedios para solicitar autorización para exportar casi 40 mil toneladas. Luego de publicada la norma siguieron llegando a la Oncca pedidos de autorización con cartas de crédito fechadas antes de la prohibición. Ese dato colmó la paciencia de los funcionarios, quienes la semana pasada ya habían decidido dejar de otorgar autorizaciones hasta revisar los pedidos.

La intención del Gobierno es corroborar que las cartas de crédito presentadas no sean irregulares y establecer algunas precisiones en torno de qué se debe considerar como una carta “pagada parcialmente”, ya que no están dispuestos a autorizar, por ejemplo, una operación por 100 mil dólares cuando el adelanto haya sido sólo de mil.

Los anuncios presidenciales pulverizaron las versiones, que habían estado difundiendo algunas entidades del sector, sobre un inminente acuerdo que incluía, entre otros puntos, un congelamiento en el precio de los cortes populares dirigidos al mercado interno a cambio del levantamiento paulatino de la prohibición de exportar. “La inflación de marzo se complicó y ahora es el Gobierno el que quiere acordar”, “el anuncio es inminente”, afirmaron el miércoles fuentes de la industria frigorífica y del campo. Para reafirmar su versión sostuvieron que habían estado negociando con el subsecretario de Agricultura, Javier De Urquiza, quien supuestamente lo hacía por orden expresa de Kirchner, quien le había ordenado cerrar trato en 48 horas.

Sin embargo, la realidad terminó siendo diferente. El Presidente salió ayer temprano a descartar la posibilidad de un entendimiento, respaldando la posición del Ministerio de Economía, donde desde hace varios días habían venido repitiendo hasta el cansancio que “no habrá acuerdo hasta que los precios de la carne bajen en las carnicerías”. El secretario de Agricultura, Miguel Campos, también había relativizado la negociación al afirmar que no se iba a analizar “ninguna propuesta que no haya sido consensuada por todos los actores de la cadena”.

Por la tarde, en el acto de lanzamiento de la empresa estatal de agua, Aysa, anunció la revisión de las solicitudes de exportación y les pegó duro a los ganaderos al señalar que “hay argentinos pícaros a los que les empieza a ir bien y se quieren quedar con toda la rentabilidad. No les tengo miedo, no queremos la patria ganadera”. Luego agregó que “el precio interno de la carne tiene que estar al alcance de todos los argentinos”.

El Presidente también criticó especialmente a la Sociedad Rural, a la que acusó de apoyar el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. “Hay que recordar el comunicado de la Sociedad Rural, donde decía que no había que apresurar la salida democrática.” La mención pareció ser una respuesta a las declaraciones del vicepresidente de la entidad, Hugo Biolcatti, quien más temprano había afirmado que “ninguna” de las medidas adoptadas para frenar el aumento del precio de la carne “llegó al público”. “Al Gobierno le cuesta reconocer cuando se equivoca”, había afirmado el dirigente. La Sociedad Rural y las Confederaciones Rurales Argentinas participarán hoy en Corrientes de una asamblea nacional de productores, donde se evaluará la posibilidad de iniciar acciones de protesta contra las medidas del Gobierno.

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Los precios en mostrador pasaron a ser el fiel para habilitar una negociación.
Imagen: Télam
 
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