El Estado nacional y el gobierno bonaerense analizan pedir la anulación del fallo del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi) a favor de la empresa Azurix, porque la argumentación resulta muy contradictoria, según afirmaron el procurador general de la Nación, Osvaldo Guglielmino, y el ministro provincial de Infraestructura, Eduardo Sícaro.

El fallo del Ciadi condenó a la Argentina a pagarle a Azurix –ex concesionaria del servicio de agua potable y cloacas de 71 ciudades bonaerenses– 165,2 millones de dólares en concepto de indemnización por la rescisión del contrato en 2001. En su presentación ante el Ciadi, Azurix reclamó 566,4 millones de dólares más 120 millones de pesos vinculados con restituciones a los usuarios, pero el tribunal internacional reconoció sólo 29,9 por ciento del reclamo original y desestimó el último agregado por considerar que no tiene jurisdicción sobre ese punto.

El fallo tiene “errores en las estructuras lógicas de algunos argumentos”, aseguró Guglielmino, para quien “la cuestión es tan contradictoria” que obliga a “analizar ahora si el laudo tiene errores tales que signifique un planteo de anulación”. El funcionario adelantó que “tiene conceptos que significan un gran avance para la posición argentina”. Guglielmino destacó que el Ciadi dejó en claro que “los tratados no están para proteger el riesgo empresarial”, lo que resulta una respuesta para “algunos inversores y algunos árbitros, quienes creen que los tratados dan a su dinero la protección de las leyes del país al que pertenecen y no las del país donde realizan el negocio”.

Para Guglielmino “es doloroso que el Ciadi no reconozca la relación controlante de Enron con Azurix, lo que es público y notorio”. Enron, el gigante de la energía que quebró en 2001, tuvo un escandaloso fin –vinculado con maniobras contables– que obligó a la Comisión de Valores de los Estados Unidos a aplicar medidas más estrictas hacia las empresas. Enron adquirió las acciones de Azurix y –para Guglielmino– “ésta fue una de las maniobras tramposas de Enron para con sus accionistas”.