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El ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido, se preocupó ayer de no generar los primeros cortocircuitos con su par de Economía, Roberto Lavagna, con quien compartirá el poder de decisión en áreas clave como las tarifas de los servicios públicos.
De Vido reconoció que “el tarifario es un tema prioritario para el Gobierno”. En tanto, aseguró que sobre la cuestión “hay un trabajo absolutamente mancomunado con el ministro Lavagna”. En este sentido, anunció que la comisión encargada de analizar las tarifas de los servicios públicos “va a seguir funcionando en el ámbito de los dos ministerios”, el de Planificación y el de Economía. Igualmente, De Vido aclaró que será el presidente Kirchner quien tenga la decisión final.
Como es sabido, las empresas privatizadas exigen ajustes de tarifas que rondan en promedio un 50 por ciento y cuentan con el inestimable apoyo del Fondo Monetario. Sin embargo, tanto Lavagna como Kirchner, en los últimos días prefirieron sacar de la escena el tema tarifario, y optaron por hablar de la necesidad de una revisión integral de los contratos de servicios públicos, incluyendo en la misma metas de inversión y calidad.
Por otro lado, el ministro de Planificación adelantó que luego de que venza el acuerdo con las empresas petroleras, el próximo día 31, el Gobierno se sentará a conversar con los representantes de este sector y adelantó que “la idea es que no haya nuevos aumentos” de combustibles. Esta es otra de las negociaciones delicadas que encara por estos días el Gobierno, ya que el precio internacional del petróleo aumentó en las últimas semanas y las compañías quieren trasladar la suba a los surtidores locales.
De Vido también habló de los ferrocarriles. “En la mayoría de los casos, las inversiones no estuvieron a la altura de las circunstancias, por lo que habrá que examinar cada uno de estos contratos, conversarlos y analizarlos”, afirmó. “Tenemos que entrar a ver la mejor forma para que en el corto, mediano y largo plazo tengamos una red ferroviaria que se compadezca con una Argentina exportadora”, agregó.
El ministro de Planificación ratificó, a su vez, que su cartera cuenta con 6000 millones de pesos para la ejecución del plan de obras públicas anunciado por Kirchner, de los cuales 3000 millones ya están presupuestados, 1500 pertenecen a fondos fiduciarios y los restantes 1.500 serán aportados por el BID y el Banco Mundial.