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Duhalde le pidió ayer al ex presidente Carlos Menem llamarse a silencio porque Argentina “está de llanto y luto”, al borde “del caos, la anarquía y la guerra civil”. Fue una respuesta a los corresponsales extranjeros en el país, cuando se le recordó la calificación de “inepto” que Menem le había endilgado al actual presidente. “Es malo para un país que un ex presidente haga ese tipo de comentarios. Será la historia la que juzgue la responsabilidad de cada uno. Pero un gran porcentaje de culpa de lo que nos pasa fue de su gobierno”, dijo Duhalde. También se refirió a los días de la caída de Fernando de la Rúa. “Había que ver hace unas semanas, gente armada que intentaba entrar en las casas y otros las defendían armados. Es la guerra de los excluidos del sistema contra los incluidos”, describió. “Un escalón más abajo es el caos, la anarquía, la guerra civil”, indicó, reiterando la figura que ya utilizó el último fin de semana. El ex presidente Carlos Menem, quien se encuentra de vacaciones en México con su esposa, la locutora chilena Cecilia Bolocco, eligió ese momento para comenzar a disparar críticas contra su visceral adversario en la interna justicialista. Menem calificó a Duhalde de “inepto” y aseguró que la salida de la convertibilidad “traería la desgracia para el pueblo argentino”. Las primeras declaraciones del ex presidente fueron formuladas en Chile, adonde había a visitar a la familia de su esposa. Luego fueron remachadas en un lujoso hotel de México, donde los medios se encargaron de explicar que pagaba mil dólares por día, un detalle que suena en forma grosera si se tiene en cuenta la crisis argentina. Las primeras reacciones del entorno duhaldista fue darle poca importancia a las declaraciones de Menem, que ni siquiera fueron respaldadas aquí por otros dirigentes menemistas, y ayer fue la primera vez que Duhalde se refirió a ellas en público.