EL MUNDO › MANIFESTANTES INTENTARON APAGAR LA LLAMA OLíMPICA EN LONDRES

Una odisea para los que llevaban la antorcha

Los deportistas que ayer cargaron en Londres la antorcha de los Juegos Olímpicos vivieron una odisea. No tanto por la nieve que se acumuló en las calles de Notting Hill, sino por los manifestantes que intentaron sin éxito robarse la antorcha y apagar su llama con matafuegos en un acto de protesta contra la violencia en el Tíbet. Finalmente, la llama salió ilesa y unas 35 personas fueron arrestadas.

Un centenar de personas aguardaba el paso de la llama de los juegos que tendrán lugar en Beijing coreando lemas contra el régimen chino. De pronto, una mujer que gritaba “Liberen al Tíbet” fue arrestada. Era la primera activista que intentaba sustraer la antorcha. Pero ella no fue la única. Luego, hubo otra prueba de fuego, cuando un manifestante atravesó el cordón de seguridad y estuvo a punto de tomar la acosada llama.

La aventura no terminó ahí. A las 11.30 dos hombres surgieron de la multitud y trataron de apagar el fuego olímpico con un extintor. Estaba a punto de producirse el relevo de la llama en la esquina de las calles Ladbroke Grove y Holland Park Avenue caían grandes copos de nieve. Una antorcha encendida llegó y otra apagada esperaba cuando se oyó como una detonación seguida de una humareda blanca. Se escuchó una segunda detonación y otra humareda.

Tras unos momentos de confusión, la llama olímpica, protegida por su multitudinaria escolta de 2000 personas miembros del comité organizador chino en ropa deportiva, y policías británicos, algunos de oscuro, otros con chaquetas amarillas fluorescentes, salió indemne del ataque y prosiguió su camino. Los numerosos agentes apostados en la calle lograron dominar a los dos militantes, uno de unos 20 años y otro de 40, que protagonizaron la acción con dos “extintores de propaganda”. “Esta protesta no tiene como blanco al pueblo chino sino al contrario, al régimen brutal que lo dirige”, explicaron Martin Wyness y Ashley Darby en un comunicado.

Los dos actuaron cerca del lugar en que se había instalado Reporteros Sin Fronteras, cuyos militantes causaron disturbios el 24 de marzo en Olimpia (Grecia), cuando se encendió por primera vez la antorcha. “Todo el mundo está al acecho, pero no hemos previsto ninguna acción de este tipo”, dijo Jean-Baptiste Damestoy, portavoz de RSF. “Somos una organización pacífica. Olimpia era un acontecimiento importante a señalar, habrá quizás otros y estaremos presentes a lo largo de los Juegos Olímpicos”, agregó.

Durante el recorrido de la llama olímpica, una decena de personas, con máscaras blancas, sostenía una pancarta de dos metros por cuatro donde los anillos olímpicos fueron sustituidos por esposas, reclamando por libertad de prensa en el Tíbet. Entre ellos, una pareja de quincuagenarios, Jenny y Robert Borgerhoff-Mulder, llevaron una bandera de la provincia Himalaya que habían visitado. “Hoy el Tíbet, mañana nosotros”, rezaba.

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