EL MUNDO › LAS FARC DICEN QUE NO ACEPTAN RECIBIR A LOS EMISARIOS INTERNACIONALES SIN UN ACUERDO PREVIO

Se cayó la misión humanitaria para Betancourt

Un comunicado de la guerrilla declaró que no acepta actuar bajo presión y que nada se había negociado con respecto a la posible asistencia médica de sus rehenes por parte de especialistas europeos enviados tras recibir el visto bueno de Uribe.

 Por Miguel Marco

Desde Bogotá

La respuesta de las FARC estaba escrita. Interlocutores de la guerrilla colombiana y fuentes oficiales habían previsto que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia no le abrirían el paso a la misión humanitaria francesa que llegó a la capital colombiana el pasado 3 de abril con el objetivo declarado de obtener que las FARC permitieran que se le prestase atención médica a la rehén franco-colombiana Ingrid Betancourt y a las otros rehenes. La guerrilla cerró ayer la puerta y puso término a la incertidumbre. En un comunicado difundido por la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP), las FARC advierten que “por las mismas razones expuestas al CICR el 17 de enero, la misión médica francesa no es procedente y mucho menos cuando no es resultado de la concertación, sino de la mala fe de Uribe ante el gobierno del Elíseo, y una burla de-salmada a las expectativas de los familiares de los prisioneros”. Por concertación hay que entender la ausencia previa de contactos entre París y las FARC. El presidente francés Nicolas Sarkozy decidió enviar a Bogotá el avión luego de haber dirigido un segundo mensaje personal al jefe de las FARC, Manuel Marulanda, y después de que, al cabo de una conversación telefónica con el jefe del Estado colombiano, Alvaro Uribe autorizara el arribo de la misión y se comprometiera a cesar los combates en la zona donde esta podría operar.

En su comunicado de cuatro puntos fechado el 4 de abril y firmado por el secretariado de las FARC, la guerrilla explicita: “No actuamos bajo chantajes ni bajo el impulso de campañas mediáticas. Si a comienzos de año el presidente Uribe hubiese despejado Pradera y Florida por 45 días, tanto Ingrid Betancourt como los militares y los guerrilleros presos ya habrían recobrado su libertad, y sería la victoria de todos”. Con este último párrafo las FARC vuelven a poner el reloj exactamente a la hora en que lo había dejado el presidente Uribe cuando primero aceptó y luego rechazó desmilitarizar los municipios de Florida y Pradera. El pasado 27 de febrero, cuando la guerrilla procedió a la segunda y última entrega unilateral de rehenes, las FARC ya habían advertido que sin despeje no habría nuevas liberaciones. La primera liberación se produjo el 10 de enero. Las FARC argumentaron que esas liberaciones fueron “gesto de generosidad y voluntad política de las FARC, no de debilidad o resultado de una presión” y también que estas “obedecieron a una decisión soberana de la insurgencia de las FARC, estimulada por la persistente labor humanitaria del presidente Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba”. Córdoba y Chávez actuaron como facilitadores del acuerdo humanitario hasta finales de noviembre pasado. La cúpula dirigente de las FARC recuerda ahora que desde finales febrero ha estado “a la espera del decreto presidencial ordenando el despeje militar de Pradera y Florida para concretar allí, con la garantía de la presencia guerrillera, el acuerdo de canje humanitario”. Los caminos de una reanudación de las negociaciones parecen tanto más cerrados cuanto que los dos interlocutores privilegiados, Hugo Chávez y Piedad Córdoba, rechazaron por ahora meterse en el juego. Chávez le recomendó a Sarkozy que hablara con Bush y la senadora Piedad Córdoba condicionó su intervención a que el presidente Uribe la autorizara a hacerlo. La guerrilla descargó toda la responsabilidad en el presidente Alvaro Uribe y en lo que sigue siendo una controvertida acción militar que condujo a la muerte del número dos de las FARC, Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano. Las FARC aseguran que cuando estaba produciendo “hechos palpables en dirección al canje de prisioneros, el presidente Uribe planificaba y ejecutaba el artero asesinato del comandante Raúl Reyes, hiriendo de muerte la esperanza del acuerdo humanitario y de paz”. Todo vuelve a un punto muerto con tanta evidencia que el mandatario colombiano recalcó hace dos días que no procedería al despeje exigido por las FARC. Como consecuencia de la situación actual, la Cancillería francesa anunció que “el mantenimiento de la misión médica sobre el terreno no tiene justificación por el momento. Así que abandonará Colombia próximamente”. El texto del Ministerio francés de Relaciones Exteriores acota también que “como dijo el presidente Nicolas Sarkozy, este rechazo es una falta política grave además de una tragedia”. París no se retira sin embargo del escenario y recalca que la determinación de los tres países que trabajan por el acuerdo humanitario (Francia, Suiza y España) permanece intacta.

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Familiares de rehenes de la guerrilla se manifestaron ayer en Bogotá a favor de un acuerdo humanitario entre las FARC y el Ejecutivo.
 
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