EL MUNDO › GRACIAS A UN ACUERDO DE úLTIMA HORA ENTRE KADIMA Y LOS LABORISTAS

Olmert zafó por un pelo

El líder laborista había amenazado con votar en favor de la disolución del gobierno, pero horas antes de la votación aceptó un acuerdo con Kadima, el partido del primer ministro, que deberá llamar a elecciones internas antes de octubre.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, parecía haber logrado un acuerdo de último minuto con los laboristas para salvar a su gobierno. El Partido Laborista, miembro clave de la actual coalición del gobierno y conducido por Ehud Barak, había amenazado con votar la disolución del Parlamento. La crisis fue resuelta gracias a un acuerdo que se hizo entre Kadima, el partido centrista de Olmert y el Partido Laborista, apenas unas horas antes de la votación prevista en la Kneset (Parlamento).

Las conversaciones entre los asesores de Olmert y Barak llegaron a un compromiso por el cual Omert prometió que su partido Kadima llevara a cabo elecciones primarias antes del 25 de septiembre. El consejo de dirección del Kadima se reunirá antes del 10 de julio para fijar la fecha definitiva. Por su parte, el Partido Laborista no respaldará los intentos de la oposición de derecha de provocar la caída del gobierno. Los laboristas esperan que este voto interno produzca un nuevo líder para Kadima y, por lo tanto, un nuevo ministro para la coalición gobernante. También puede postergar las perspectivas de elecciones anticipadas hasta principio del año que viene.

“El verdadero significado de esto es que el Estado de Israel ha sido liberado de su preocupación diaria de efectuar nuevas elecciones nacionales. Barak hizo bien en reconocer que hay una línea roja”, dijo Tzachi Hanegbi, negociador de Kadima a Israel Radio.

El domingo, Olmert amenazó con destituir “en 48 horas” a los ministros laboristas que votasen a favor de la disolución del Parlamento. Al día siguiente, la gran mayoría de los diputados laboristas había anunciado su intención de desobedecerle. La disolución del Parlamento hubiera provocado la realización de elecciones anticipadas. La legislatura actual termina a fines de 2010. Sin el respaldo de los 19 diputados laboristas, la coalición gubernamental de Olmert hubiera perdido la mayoría de 61 legisladores.

La reunión del Kadima tendrá lugar pocos días antes de que el empresario estadounidense Morris Talansky, quien afirmó haber entregado sobres llenos de dólares a Ehud Olmert y a su secretaria, declare ante la Justicia en el marco de un contrainterrogatorio llevado a cabo por los abogados del primer ministro. Olmert está acusado de corrupción y se está llevando a cabo una investigación policial sobre los más de 150.000 dólares que el primer ministro israelí recibió del empresario estadounidense mientras ocupaba anteriores cargos de gobierno.

A principios de junio, Ehud Barak, que fue primer ministro de 1999 a 2001, señaló que su partido votaría a favor de la disolución si Olmert no se retiraba. Sin embargo, anunció que estaba dispuesto a permanecer en la mayoría si el Kadima elegía un nuevo líder para ejercer la jefatura del gobierno. Olmert clamó su inocencia, aunque reconoció que recibió dinero de Talansky. No excluyó la posibilidad de presentarse nuevamente a las próximas primarias del Kadima para sucederse a sí mismo.

Hanan Cristal, un comentador político de la radio pública, descartó esa hipótesis. “Ha perdido su legitimidad popular. Pero ha ganado tiempo, durante el verano podrá continuar ocupándose de Siria, del Hezbollá y Hamas”, afirmó. Los candidatos más probables para presentarse a las primarias de Kadima serían Tzipi Livni, la canciller; Shaul Mofaz, el ministro de Transportes y ex jefe del ejército; Meir Sheetrit, el ministro de Interior, y Avi Dichter, el ministro de Seguridad Pública y ex jefe del servicio de seguridad.

El Likud, el principal partido de oposición, liderado por Benjamín Netanyahu, todavía no había decidido ayer, antes de que comenzara la sesión parlamentaria, si mantenía el proyecto de ley de disolución. Pero sin el apoyo laborista no tiene ninguna probabilidad de ser adoptado.

La ratificación del proyecto de ley habría debilitado al gobierno en momentos en que Olmert trata de alcanzar un acuerdo de paz con los palestinos auspiciado por Estados Unidos, negocia con Siria con la mediación de Turquía y prepara un intercambio de prisioneros con la milicia chiíta libanesa del Hezbollá. El primer ministro también trata de obtener la liberación del soldado Gilad Shalit, prisionero del Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica palestino) en la Franja de Gaza, donde una frágil tregua en la violencia fue concluida el jueves pasado entre Israel y esta organización gracias a una mediación egipcia.

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Olmert rodeado de guardaespaldas en la despedida de Sarkozy de Israel el martes pasado.
Imagen: AFP
 
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