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Cenizas y opciones en la mesa de la crisis coreana

Corea del Norte amenazó con reducir a la del sur a “cenizas” si EE.UU. sigue reforzando su presencia militar en la zona. George W. Bush contestó que “todas las opciones están sobre la mesa”, pero dijo que la crisis “puede resolverse por la vía diplomática”.

Los intercambios entre Washington y Pyongyang siguen siendo fogosos, por lo menos en el plano de las metáforas. Corea del Norte amenazó ayer con reducir a Corea del Sur a “cenizas” si Washington sigue reforzando su presencia militar en ese país. La respuesta de George W. Bush también fue restallante: “Todas las opciones están sobre la mesa”, dijo en conferencia de prensa, aunque el presidente que insiste en que no se dejará chantajear sugirió luego justamente lo contrario al decir que la crisis nuclear “puede resolverse por la vía diplomática”. El jueves, Corea del Norte había advertido que respondería con “represalias sin piedad” a todo bombardeo estadounidense contra sus plantas nucleares, después de que el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, ordenara el alistamiento de bombardeos y un portaaviones para una posible confrontación en la península coreana.
“Si las provocaciones de Estados Unidos de reforzar sus tropas de agresión se desencadenan, todo el territorio de Corea del Sur será reducido a cenizas y los coreanos no escaparán a un horrible desastre nuclear”, declaró un cable de la agencia oficial norcoreana KCNA que fue enviado ayer a Seúl. Estados Unidos mantiene en Corea del Sur 36.250 soldados repartidos en 15 bases en todo el país. Además, en Panmunjom, a 62 kilómetros de Seúl, hay 400 soldados del Comando de las Naciones Unidas que desde 1953 vigilan esta zona fronteriza. Pero Washington relativizó la amenaza norcoreana y ofreció al gobierno de Pyongyang la vía de las negociaciones. “Todas las opciones están sobre la mesa, pero pienso que esto puede resolverse diplomáticamente”, dijo ayer el presidente Bush. El régimen norcoreano de Kim Jong Il se aislará aún más si sigue desafiando a la comunidad internacional con su programa de desarrollo de armas nucleares, dijo Bush. El lunes, el Pentágono anunció que bombarderos habían recibido la orden de prepararse para volar a Oriente y mostrarle a Corea del Norte que no tenía las manos libres aprovechando los preparativos de guerra con Irak. El jueves, el gobierno de Pyongyang contestó con una advertencia: dijo que tomaría “represalias sin piedad” a todo bombardeo estadounidense contra sus plantas nucleares. También amenazó a Estados Unidos con ataques preventivos en caso de que ese país refuerce las tropas militares que tiene en la región. En la última crisis nuclear en la península coreana, que terminó con la firma de un acuerdo entre Estados Unidos y Corea del Norte en 1994, esta última había amenazado con transformar a Seúl en un “mar de fuego”.
“Hemos escuchado muchas cosas de parte de Corea del Norte, pero Estados Unidos está preparado para enfrentar toda eventualidad”, indicó ayer el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer. Sin embargo, Bush se declaró dispuesto a conversar con Pyongyang, aunque sólo sobre la manera de desmantelar el programa nuclear que provocó la crisis iniciada en octubre. Pero el gobierno norcoreano acusa a Estados Unidos de querer internacionalizar la cuestión y rechaza que las Naciones Unidas traten el tema, algo que podría pasar la semana que viene en la reunión de la Agencia Internacional de la energía atómica (AIAIEA) en Viena. Antes de detener su programa nuclear, Corea del Norte quiere conseguir un tratado de no agresión firmado por Washington. En diciembre pasado, como Estados Unidos había dejado de mandarle petróleo, el gobierno norcoreano anunció que pondría en funcionamiento sus instalaciones nucleares con fines pacíficos. El envío de crudo había sido acordado por Estados Unidos en un pacto firmado en 1994. A cambio, Corea del Norte se comprometía a cerrar sus centrales nucleares.

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Omnibus de turistas norcoreanos van al sur a través de la Zona Desmilitarizada entre Norte y Sur.
El Pentágono aumentó su posición de fuerza alistando bombarderos y desplegando el portaaviones Kitty Hawk.
 
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