EL MUNDO › RECLAMO PACíFICO TRAS LA REPRESIóN DEL JUEVES EN ESPAñA

Indignados retoman la plaza

Luego de la refriega que dejó veinte heridos el jueves, el Ministerio del Interior amaneció fuertemente custodiado, pero en esta oportunidad la policía se abstuvo de reprimir a los indignados que volvieron a hacerse presentes.

La cuarta fue la vencida. Tras la brutal represión del jueves por la madrugada, anoche los indignados retomaron la Puerta del Sol en paz.

El violento desalojo de la policía en el Ministerio del Interior no pudo aplacar el reclamo de miles de españoles hastiados con un sistema que no da respuestas ante la crisis económica y los altos índices de desocupación. Más de 15 mil personas volvieron ayer a copar las calles madrileñas al grito de “¡El pueblo, unido, jamás será vencido!”.

Luego de la refriega que dejó 20 heridos el jueves, el Ministerio del Interior amaneció fuertemente custodiado, pero en esta oportunidad la policía se abstuvo de reprimir a los indignados que volvieron a hacerse presentes en el lugar. La violencia hizo que en Barcelona y Valencia se celebraran marchas en solidaridad con los compañeros reprimidos.

“Acabamos de entrar a la Puerta del Sol hace veinte minutos y no había ningún dispositivo policial en lo que es el edificio de la Comunidad de Madrid. Volvimos a tomar nuestro enclave para informar a la población que nos están robando los políticos y los banqueros”, afirmó a Página/12 con tono triunfal Jesús Molina, integrante del movimiento 15-M. “Estamos a punto de entrar a la Puerta del Sol. Estuvimos antes en la puerta del ministerio, hubo un cordón policial, pero se limitaron a mantener posiciones. Hicimos asamblea y se convocó a manifestación para hoy; y por suerte está siendo masiva: somos 15 mil personas”, se vanaglorió entre los estruendosos cánticos otro indignado llamado Chema Ruiz.

El Ayuntamiento había ordenado despejar las carpas de la plaza que fuera el epicentro de las históricas protestas. La excusa fue la visita del papa Benedicto XVI, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.

Desde el martes, la plaza fue cercada por la policía, que incluso retiró el puesto de información que los indignados habían dejado en el lugar. Para Molina, éste sirve para comunicar las demandas del movimiento a la sociedad, evitando la mediación de intereses corporativos de las empresas de comunicación. “Queremos seguir teniendo el puesto informativo para que la gente sepa por qué protestamos. Todos los medios de comunicación no informan en su mayoría sobre lo que pasa. Se rigen por agencias que están supeditadas al capital y hay informaciones que omiten”, afirma Molina.

Para el indignado, el espíritu original de las protestas del 15-M fue y sigue siendo netamente pacífico. El y muchos otros están en contra de insultar a la policía en las manifestaciones. Por ello considera que lo ocurrido a las puertas del Ministerio del Interior interfiere con las demandas planteadas y es producto de una minoría violenta. Y además les sirve de pretexto a medios conservadores locales para ensuciar las marchas. “El comportamiento de los manifestantes fue completamente ejemplar. No hubo ningún tipo de disturbios. Fuimos al Ministerio del Interior, nos manifestamos y no tuvimos problemas con la ley. Hoy no hubo violencia, pero cuando hubo insultos, se filtró eso. No sacan el 99,9 por ciento de lo que es el movimiento: parece una prensa más sensacionalista que seria”, se lamentó Molina.

La violencia también se filtró en el discurso del gobierno. “Doscientas personas no pueden poner patas arriba la ciudad. Eso no puede ser”, afirmó ayer con enojo el candidato a sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero, el socialista Alfredo Pérez Rubacalba. “Si las manifestaciones son pacíficas, lógicamente la policía es tolerante, porque es una policía inteligente. Pero si hay violencia, la policía tiene que actuar”, razonó el candidato para las elecciones generales del 20 de noviembre en las que se elegirá el nuevo presidente.

Por su parte, los indignados pidieron la renuncia inmediata del ministro del Interior, Antonio Camacho, y de la delegada del gobierno en Madrid, Dolores Carrión, por la actuación de la policía el jueves. El llamado a comicios adelantados no descomprimió la tensa situación que vive España desde hace meses, con marchas a lo largo y ancho del país y una debilitada economía. “Estamos reclamando lo mismo que desde el primer día; siguen sin hacernos caso, pero el sistema hay que cambiarlo, porque sigue siendo el mismo. Seguirá habiendo políticos ladrones, por lo cual este llamado a comicios adelantados no sirve de nada”, dice a Página/12 entre los gritos de la marcha de Madrid el indignado Chema Ruiz.

Los pasos a seguir luego del triunfo de ayer seguirán tomándose en asamblea extraordinaria. Si bien la policía desistió de prohibir la toma de la plaza, la orden del Ayuntamiento de no permitir el acampe sigue firme.

En Barcelona, 500 indignados cortaron las Ramblas y marcharon por diferentes calles del centro de la ciudad en apoyo a los reprimidos el jueves, y luego se dirigieron al Parlamento. La Cámara catalana fue escenario de una protesta el 15 de junio, bajo el lema “Paremos el Parlamento”. La decisión se tomó por mayoría en la asamblea celebrada en Plaza de Catalunya, donde se produjo un violento desalojo meses atrás.

Informe: Juan Nicenboim.

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Los indignados retomaron la Puerta del Sol y regresaron al Ministerio del Interior.
Imagen: EFE
 
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