EL MUNDO › EL TERRITORIO DE LOS INDíGENAS ES DECLARADO “INTANGIBLE”

Al final, Evo cambió el rumbo

El gobierno boliviano atendió las dieciséis demandas de los pueblos originarios por las que iniciaron la movilización el 15 de agosto pasado. La carretera sería desviada de manera de no afectar los intereses de los indígenas.

 Por Sebastián Ochoa

Desde La Paz

La marcha indígena comenzó a desconcentrarse luego de que el gobierno nacional atendiera las dieciséis demandas que iniciaron la movilización, el 15 de agosto pasado. La primera exigencia era que no se construyera una carretera a través del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), propiedad de los pueblos mojeño, chimán y yuracaré. Aunque el presidente Evo Morales había asegurado durante meses que esa ruta se realizaría “sí o sí”, con la llegada de los originarios y el apoyo que les dio la población tuvo que recular. Anoche, el gobierno y los marchistas intentaban definir el reglamento de la ley que declara al Tipnis “intangible”. La definición de lo que no se puede tocar era la mayor preocupación de los indígenas, quienes viven de los recursos de ese predio de un millón de hectáreas.

“La ‘intangibilidad’ significa no cazar, no sacar madera, no sembrar y no tocar la tierra. Quienes se van a ver perjudicados son nuestros hermanos (del Tipnis), que siempre vivieron cazando su tatú, sembrando su yuca toda la vida y ya no se puede hacer, porque es un territorio que no se debe tocar nunca más”, dijo el senador Isaac Avalos, del Movimiento Al Socialismo (MAS). La misma interpretación de “intangibilidad” primaba entre el resto de los asambleístas oficialistas, quienes el lunes a la noche habían incluido en plenaria las observaciones del presidente a la ley de protección del Tipnis, según el acuerdo del gobierno con la Octava Marcha Indígena. “La ‘intangibilidad’ es un término para preservar los ecosistemas más frágiles de nuestro territorio y del parque nacional. Para preservar los lugares sagrados, y estos lugares sagrados deben permanecer ahora, mañana y siempre; los lugares frágiles deben permitir el ciclo de vida de los ecosistemas”, dijo el presidente de la Subcentral de Comunidades del Tipnis, Fernando Vargas Mosúa, vocero de la marcha.

“El término ‘intangibilidad’ no puede estar por encima del territorio, porque el territorio es un derecho. En él los pueblos indígenas podemos usar y gozar y de la naturaleza y los recursos naturales, de acuerdo con la Constitución Política del Estado”, agregó el dirigente del pueblo mojeño. Los alcances de la “intangibilidad” quedarían definidos en el reglamento de esta ley, que anoche aún construían los indígenas con el gobierno. “Debe prevalecer el principio constitucional, según el cual en los territorios indígenas tenemos derecho a la explotación de manera sostenible de los recursos naturales del territorio”, dijo el diputado indígena Pedro Nuni, quien participó en la marcha desde su comienzo. “En el palacio de gobierno en este momento se está trabajando el reglamento. La comisión trabajará por tiempo y materia”, agregó el asambleísta.

Ayer los indígenas abandonaron la plaza Murillo, donde se encuentran las sedes de los órganos Ejecutivo y Legislativo. Así dejaron de convivir con las innumerables palomas y con las noches estrelladas y frías de La Paz, que ocasionaron enfermedades respiratorias a la mayoría de los indígenas amazónicos, que habían tomado el lugar el 19 de octubre pasado, cuando llegaron a esta ciudad. Los indígenas se agruparon en los predios de la Universidad Mayor de San Andrés dispuestos para la ocasión. Cuando finalizara la construcción del reglamento regresarían a sus comunidades, en todo el país. Pero varios marchistas comenzaron a volver el domingo, luego de más de dos meses de haber abandonado sus hogares. La carretera por el Tipnis, principal preocupación del gobierno, sería desviada de manera de no afectar los intereses de los indígenas.

El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (Bndes) había aprobado el año pasado un financiamiento de 332 millones de dólares para esta carretera, que tendría una longitud de 306 kilómetros. Pero si el presidente cambia el dibujo, como lo obliga la ley, el costo de la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos se incrementaría.

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El presidente Evo Morales firma un reglamento acordado con los pueblos originarios.
Imagen: AFP
 
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