EL MUNDO › BERLUSCONI GANó OCHO MILLONES DE EUROS MáS EN UN AñO DE GESTIóN EN EL GOBIERNO ITALIANO

Función pública más que redituable

La información se dio a conocer en un momento en que los recortes impuestos por los gobiernos de Silvio Berlusconi y Mario Monti están golpeando duramente a todo el mundo y particularmente a los sectores de menores ingresos.

 Por Elena Llorente

Desde Roma

Silvio Berlusconi es cada día más rico. No importa que la crisis económica haya dejado en la calle a miles de obreros y empleados, que decenas de empresas hayan cerrado o estén a punto de hacerlo, que los precios de los artículos de primera necesidad hayan aumentado, que las familias se hayan empobrecido. El ha conseguido réditos por valor de 48 millones de euros en 2010, momento en el que era primer ministro. Y no sólo eso: esa cifra es mayor en ocho millones de la que declaró el año precedente.

Los números salieron a relucir esta semana, cuando se hicieron públicas las declaraciones de réditos de 2011 de todos los parlamentarios italianos. Pero la verdad es que frente a la riqueza declarada por el diputado Berlusconi, los demás parecen casi “pobres”. Il Cavaliere se clasificó así no sólo como el más rico parlamentario italiano en absoluto, sino como uno de los pocos multimillonarios del país.

Pese a ese rédito, el ex primer ministro no mostró haber hecho grandes cambios en sus operaciones a nivel financiero ni en sus múltiples empresas. Tampoco hizo compras espectaculares. En la declaración apareció, sin embargo, la compra de una casa en la isla de Lampedusa, hecho que él mismo anunció con bombos y platillos cuando era primer ministro como para contener un poco a los asustados habitantes de la isla durante la llamada “crisis de los inmigrantes”, cuando miles y miles de migrantes llegaban por mar a ese lugar, escapando de las revoluciones del norte de Africa.

La diferencia entre el rédito de Berlusconi y el de los restantes 950 parlamentarios (629 de la Cámara de Diputados y 321 del Senado) es abismal, aunque el ex primer ministro compartió el podio de esta suerte de clasificación nacional con otros dos exponentes de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL). Segundo se colocó, en efecto, Amato Berardi, elegido diputado del PDL en la circunscripción de América Septentrional y Central. Radicado en Filadelfia, Estados Unidos, el diputado Berardi, empresario del sector seguros, declaró 3.092.105 euros. El tercer puesto se lo llevó Antonio Angelucci, empresario en el sector de la salud y diputado PDL, con 1.769.000 euros. Angelucci fue investigado judicialmente en varias oportunidades en relación con una serie de clínicas de su propiedad, riqueza que fabricó en poco más de veinte años, habiendo comenzado como camillero en un hospital. De cerca, con réditos que giran en torno de 1.700.000, le siguen varios diputados-abogados, tanto como para demostrar que esa actividad autónoma, en Italia, sigue dando sus frutos.

Hay que destacar, sin embargo, que el primer ministro Mario Monti no está tan lejos del podio. Designado senador vitalicio por el presidente de Italia Giorgio Napolitano poco antes de ser nombrado primer ministro de emergencia, en noviembre pasado, Monti declaró al fisco 1.513.000 euros en 2011, mientras su esposa, Elsa Antonioli, reconoció haber ganado apenas 20.894 euros, poco más o menos como un empleado público (1600 euros por mes).

Curiosamente, los diputados que son a su vez secretarios de los propios partidos políticos no son los que más ganan, aunque claro, eso no significa que sean pobres. El más rico entre ellos demostró ser Gianfranco Fini, líder del partido de derecha Futuro y Libertad, con 223.939 euros, seguido del secretario de Italia de los Valores, Antonio Di Pietro, con 182. 207 euros; el secretario del PDL, Angelino Alfano, con 169.317 euros y el secretario del Partido Democrático (centroizquierda), Pier Luigi Bersani, con 136.885 euros.

¿En qué invierten los parlamentarios italianos principalmente? En autos caros, yates, casas y departamentos. Ausente sin aviso de estas inversiones, al parecer, son los títulos del Estado italiano, dato que podría ser interpretado rápidamente por algunos analistas quisquillosos como una falta de confianza de parte del Parlamento en la economía y en el país que ellos mismos reglamentan.

Es difícil que la gente no se sienta indignada cuando lea estas cifras. Sobre todo en este momento, en que la crisis comenzada en 2008 y sus recaídas, junto a los recortes impuestos por los gobiernos de Berlusconi y Monti, están golpeando duramente a todo el mundo y particularmente a los sectores de menores ingresos. Cuando comenzó la fase aguda de la crisis, hace algunos meses, los parlamentarios prometieron reducirse el salario. Pero hasta ahora es poco lo que se ha visto.

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Para Berlusconi, la función pública parece ser un camino para aumentar sus cuantiosos ingresos.
Imagen: AFP
 
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