El empresario y ex senador colorado Blas Riquelme, recordado por varias frases célebres y por ocupar en la banca de senador por el Partido Colorado es noticia nuevamente. Es que las 2 mil hectáreas desalojadas de forma violenta en Curuguaty, al noreste de Paraguay y en la frontera con Brasil, son de su propiedad. El violento desalojo que dejó ayer en Paraguay al menos 16 muertos y 50 heridos y que puso al gobierno de Fernando Lugo en la situación más delicada desde su asunción en agosto del 2008 se produjo un campo ocupado propiedad de Riquelme, creador de frases como “el sujeto se lavó las manos como Pitágoras” y “a la oposición nada le gusta, nada le conforma, son como el perro de Don Ortellado, no comen ni dejan comer”. El senador, que en 1992 dijo que el ex presidente Juan Carlos Wasmosy, no era un buen candidato para la presidencia por el Partido Colorado pero que sería peor no tener candidato, supo estar al frente de la Asociación Nacional Republicana –una coalición conservadora y nacionalista, más conocida como Partido Colorado– desde 1992 a 1994 y fue candidato a senador en reiteradas oportunidades. Fue criticado en el terreno político, entre otras cosas, por defender al controvertido jefe del ejército paraguayo, Lino Oviedo, y por admitir que contaba con el respaldo de los cañones militares. También fue denunciado por supuesto fraude electoral en las internas del Partido Colorado que se realizaron el 27 de diciembre de 1992. Pero la política paraguaya, a la que definió alguna vez como “gloria y persecución”, no es lo único que caracterizó al dueño del predio de la discordia. Con un 1,89 y amante del fútbol presidió entre 1972 y 1974 el club de fútbol Cerro Porteño. De forma paralela a la política forjó una carrera empresarial que lo puso al frente de varias empresas y lo catapultó como uno de los millonarios más importantes de Paraguay.

Informe: Romina Lascano