EL MUNDO › EL GOBIERNO DE DILMA ANALIZA FORZAR A FIRMAS EXTRANJERAS DE INTERNET A GUARDAR SU INFORMACIóN EN EL PAíS

Brasil busca protegerse del Gran Hermano

El gigante sudamericano espiado por Estados Unidos ya ofreció incentivos para que las firmas de la web mantuvieran sus centros de almacenamiento de datos en Brasil y ahora intentará garantizarlo mediante una ley.

El gobierno de Brasil anunció su intención de analizar la posibilidad de forzar a firmas extranjeras que ofrecen acceso y servicios en Internet a almacenar sus datos en el país y no en el exterior. El motivo no es otro que el conocimiento sobre el nivel de aglutación de empresas estadounidenses en el sector luego de que se divulgara que Estados Unidos espió masivamente a varias naciones (ver pág. 19). “Creo que vamos a tener que obligar a las empresas de Internet a almacenar los datos generados en Brasil dentro de Brasil”, afirmó el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva, en declaraciones publicadas ayer por el diario O Estado de São Paulo.

El funcionario indicó que el nivel de concentración de empresas estadounidenses de Internet “es colosal” y que “siempre se está en conexión con servidores americanos”. Asimismo, el ministro admitió que una medida como ésa no formaba parte del proyecto de ley destinado a regular la actividad en Internet, que el gobierno analiza y tiene en carpeta desde hace varios meses con la intención de enviarlo próximamente al Congreso. Pero subrayó que se hace necesaria ahora, luego de que se revelara la semana pasada que Estados Unidos realizó acciones de espionaje masivas y sistemáticas sobre ciudadanos y empresas de numerosos países, incluido Brasil.

Esa afirmación fue hecha en un artículo elaborado en conjunto y publicado simultáneamente el domingo de la semana pasada por los diarios brasileño O Globo y británico The Guardian, sobre la base de revelaciones hechas por el ex analista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés) estadounidense Edward Snowden. La revelación motivó un inmediato pedido de explicaciones del gobierno de Brasil al de Estados Unidos, según hizo público el mismo domingo el canciller, Antonio Patriota.

En los días siguientes, la presidenta Dilma Rousseff anunció que llevaría el caso ante la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado también requirió explicaciones. En ese contexto, tanto Patriota como Bernardo conversaron con el embajador estadounidense, Thomas Shannon, quien mostró disposición al diálogo y reconoció que servicios de Inteligencia de su país registraron “metadatos” de comunicaciones telefónicas y cibernéticas de ciudadanos brasileños, según el canciller.

En cambio, Shannon negó que Estados Unidos hubiera instalado una base de espionaje en Brasil, como sostuvo la denuncia periodística y también fue desmentido por gobernantes brasileños actuales y anteriores. En las declaraciones publicadas ayer, Bernardo defendió la posición de Rousseff de activar organismos de las Naciones Unidas para crear un marco regulatorio multilateral sobre la privacidad de datos.

“El problema es que la Internet tiene reglas de gestión exclusivamente dictadas por Estados Unidos por medio de una entidad privada vinculada al Departamento de Comercio. Defendemos una gestión multilateral y multisectorial. Países y sociedades tienen que estar representados, pero los Estados Unidos se resisten mucho y frenan cualquier intento de discusión sobre el asunto”, señaló el funcionario brasileño. Además, Bernardo subrayó que el almacenamiento de los datos en el país es una cuestión de soberanía nacional debido a que las empresas de Internet están negándose a ofrecer información a la Justicia brasileña con el argumento de que sus archivos no están en el país.

Al respecto, citó la reciente negativa de Google a entregar copias de un mensaje de correo electrónico a un tribunal que investiga un caso de lavado de dinero. “Con esas denuncias (las de Snowden) vimos que ellos (las empresas de Internet) entregan todo, pero aquí alegan que no pueden hacerlo”, remarcó Bernardo. El ministro opinó que lo ideal es que esas empresas mantengan sus registros en el país para que puedan estar disponibles en caso de que la Justicia brasileña los solicite.

En este sentido, Bernardo dijo que el gobierno de Brasil ya había ofrecido incentivos para que las firmas de Internet mantuvieran sus centros de almacenamiento de datos en el país pero, ante la falta de éxito, ahora intentará garantizarlo mediante una ley. “Creamos incentivos para que los centros de datos se instalasen en Brasil y les suspendimos todos los impuestos sobre la compra de equipos, pero creo que ahora vamos a tener que obligarlos a almacenar los datos aquí”, explicó.

Otra iniciativa del gobierno brasileño será el análisis de las políticas de privacidad de empresas como Facebook y Google para garantizar el libre uso de Internet con respeto a la libertad individual. “La mayoría no lee bien (las autorizaciones) ni sabe que el contenido de sus correos puede ser visto o, peor, entregado a una agencia de seguridad de Estados Unidos. Estamos evaluando si las cláusulas están de acuerdo con la ley brasileña”, aseguró el ministro brasileño.

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La revelación motivó un inmediato pedido de explicaciones del gobierno de Rousseff al de Estados Unidos.
Imagen: EFE
 
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