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Por Walter Oppenheimer *
Desde Londres

Susan Watts, corresponsal científica del informativo más prestigioso de la segunda cadena de la BBC, Newsnight, grabó su conversación con David Kelly sobre el papel que jugó el gobierno a la hora de hacer más sensacionalistas los informes sobre Irak. La BBC entregará la cinta con esta grabación al juez lord Hutton, encargado de investigar las circunstancias que concurrieron en la muerte de Kelly. Reconocido por la BBC como su fuente principal en este asunto, el científico fue hallado muerto, con las venas cortadas, en lo que la prensa británica considera un suicidio, aunque aún no hay una decisión oficial al respecto.
De confirmarse la existencia de la cinta y coincidir las palabras de Kelly con las que la periodista le atribuyó sin identificarle, la BBC parece estar en condiciones de probar que tenía una fuente bastante cualificada acusando al gobierno. En los últimos días la corporación ha hecho hincapié en que Kelly no sólo habló con el corresponsal de defensa de “Today”, el programa político estrella de sus emisiones de radio. También habló por separado con Susan Watts, que emitió dos crónicas el 2 y el 4 de junio en Newsnight. Y con Gavin Hewitt, del informativo de las 10 de la primera cadena, que emitió una crónica el mismo día que Gilligan, en la que sostenía que poco antes de que se publicara el informe sobre Saddam se suprimieron algunos datos y se introdujeron otros que hasta entonces no figuraban.
La BBC, que insiste en que los tres periodistas se entrevistaron por separado con David Kelly y obtuvieron la misma información, pretende así que el juez llegue a la conclusión de que la cadena pública reflejó de manera correcta las palabras de Kelly y que sus acusaciones eran dignas de ser divulgadas, con independencia de que luego resulten ciertas o falsas. Aunque la corporación dice que no va a discutir el contenido de la cinta, su informativo en la red reproducía ayer las palabras que la periodista Susan Watts atribuyó a su fuente, que ahora se sabe que era David Kelly y que entonces fueron leídas por un actor. Watts le atribuyó frases como “estaban obsesionados con encontrar información de inteligencia sobre amenazas inmediatas de Irak”. Y se refiere al dato de los 45 minutos como una declaración que se dio “fuera de toda proporción” –en alusión al tiempo en el que Saddam podía atacar con armas bacteriológicas–.
“Estaban desesperados por encontrar información, presionaban mucho por tener información que pudiera ser divulgada. De repente apareció de forma inesperada y se la apropiaron y así es como por desgracia ocurrió”, añade la voz en off que cita a la fuente. “Y así es como fue la pelea entre los servicios de inteligencia y el gabinete y Downing Street, porque se apropiaron de eso y una vez que te lo tomen ya no se consigue que puedan dar marcha atrás.” El ministro de Defensa, Geoff Hoon, acusado por la prensa de ser el responsable de que se identificara públicamente a David Kelly, acudió ayer a visitar a su viuda durante una hora al domicilio de la familia del científico.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.