EL MUNDO › ALTO EL FUEGO TRAS 300 MUERTES EN UCRANIA

Palos y plan de paz

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, anunció ayer la entrada en vigor de un alto el fuego en el este del país y presentó su plan de paz para frenar a los separatistas prorrusos. “Las fuerzas de la operación antiterrorista cesan a partir de hoy (por ayer) y hasta el próximo 27 de junio las acciones militares”, dijo el mandatario ucraniano en la ciudad de Sviatogorsk, de la región de Donetsk. La orden fue emitida para todas las unidades de las fuerzas armadas, la guardia nacional y las fuerzas fronterizas de Ucrania, según un comunicado del servicio de prensa presidencial. En tanto, cerca de 300 milicianos prorrusos murieron en los combates de ayer en el sureste de Ucrania, informó el portavoz de la operación “antiterrorista” lanzada por Kiev, Vladislav Selezniov.

Poroshenko dejó en claro que el primer paso para su aplicación será decretar un alto el fuego unilateral para permitir que las formaciones ilegales depongan las armas. “El ejército ucraniano cesa el fuego. Pero eso no quiere decir que no ofrezcamos resistencia en caso de agresión contra nuestros militares”, advirtió. “Haremos todo lo posible para defender el territorio de nuestro Estado”, recalcó el presidente.

Además, el mandatario subrayó que la integridad territorial “ni siquiera es tema para discutir”. El plan de paz presentado por Poroshenko, publicado en la página web del mandatario ucraniano, incluye medidas como garantías de seguridad para los participantes en eventuales negociaciones sobre el arreglo del conflicto, la liberación de los rehenes y el rechazo a la persecución judicial de los que depongan las armas. También prevé la creación de una zona especial de control estatal de fronteras, la apertura de corredores para una salida sin obstáculos de los combatientes, el desalojo de sedes de organismos estatales y la descentralización del poder en favor de las regiones.

En este sentido, Poroshenko propuso crear unidades policiales conjuntas para patrullar las calles de las regiones de Donetsk y Lugansk, bastiones de la sublevación prorrusa. El plan, además, destacó que “el presidente ucraniano garantiza la seguridad para todos los residentes de la región (minera) de Donbass independientemente de sus posturas políticas”. El documento del mandatario ucraniano, difundido al principio por canales diplomáticos antes de ser presentado a los medios, contó con el apoyo del canciller ruso, Serguei Lavrov, y su homólogo ucraniano, Pavel Klimkin, según la cancillería ucraniana.

Por su parte, la autoproclamada república popular de Donetsk cuestionó la seriedad de las intenciones pacificadoras del mandatario ucraniano. “Por enésima vez hemos escuchado sobre el alto el fuego por parte de la guardia nacional y el ejército, sin embargo, las acciones militares no han cesado ni un minuto”, afirmó a la agencia rusa Interfax, el viceprimer ministro de la formación, Andrei Purguin. Agregó que “esas promesas están fuera de la realidad” y que “ya no hay confianza para las promesas del presidente ucraniano”.

Los rebeldes prorrusos sufrieron en los últimos días considerables bajas mortales en los combates con las fuerzas armadas ucranianas. “En los combates junto a las localidades de Yámpol y Zakotnoye –región de Donetsk– fueron aniquilados cerca de 300 guerrilleros”, escribió Selezniov en su cuenta de Facebook. El portavoz indicó que las fuerzas gubernamentales sufrieron siete bajas mortales y 30 heridos y añadió que los combates continuaban en la zona.

La eficacia de las operaciones, agregó Selezniov, se debe a “las acciones por sorpresa de las fuerzas ucranianas y a la precisión del fuego de artillería y de los bombardeos aéreos”. El jueves, las tropas ucranianas redoblaron su ofensiva, con empleo de aviación, artillería y blindados, contra las milicias separatistas. Los rebeldes reconocieron su retirada desde las localidades de Yámpol y Séversk, al noreste y este de Slaviansk –su principal reducto– después de que una gran columna de blindados del ejército ucraniano atacara sus posiciones en la zona. “Tenemos muchas bajas y heridos”, dijo un portavoz de los rebeldes a las agencias locales.

El presidente de la Rada Suprema –parlamento– de Ucrania, Alexandr Turchinov, declaró ayer que el Ministerio de Defensa le informó que las unidades “prácticamente han cerrado la frontera con Rusia”, desde cuyo territorio, según las autoridades de Kiev, los separatistas reciben refuerzos y armamento.

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