EL MUNDO › AL MENOS TRES MILITARES MURIERON Y RUSIA CULPO A ESTADOS UNIDOS

Choques en el este de Ucrania

El ministro de Defensa de la República Popular de Donetsk, Igor Strelkov, reiteró que los separatistas no obedecerán el alto el fuego hasta que el ejército se retire de sus posiciones actuales a una distancia de 10 kilómetros.

A pesar de la extensión del alto el fuego en Ucrania, tres militares murieron ayer en un enfrentamiento con separatistas prorrusos cerca de la ciudad de Slaviansk. “Cerca de Slaviansk, junto a un recodo hacia Krasni Liman, fue ametrallado un puesto de control. Tres militares murieron, otros seis fueron heridos”, informó Alexei Dmitrashkovski, vocero del servicio de prensa de la llamada “operación antiterrorista” lanzada por las autoridades de Kiev. Por otra parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, acusó a Estados Unidos de alentar el malestar entre Ucrania y Rusia. “Nuestros colegas estadounidenses prefieren empujar a los dirigentes ucranianos hacia la confrontación”, expresó el funcionario, quien consideró que si sólo hubieran intervenido Rusia y Europa, la crisis podría haberse resuelto antes.

Horas antes de que las autoridades de Kiev dieran a conocer la muerte de los militares, el soldado Dmitri Timchuk informó que los combates seguían pese a la prórroga de la tregua a través del grupo de Facebook Resistencia Informativa. Por su parte, Miroslav Rudenko, líder de los separatistas de la región minera de Donbass, aseguró a la agencia Interfax que los soldados ucranianos han cesado los combates en la localidad de Krasni Liman, pero sólo para preparar una nueva ofensiva. Además denunció el traslado de armas y máquinas pesadas al otro lado del río Severni Donets, donde se observa la concentración de las tropas supuestamente para ese objetivo.

Paralelamente, el ministro de Defensa de la República Popular de Donetsk, Igor Strelkov, reiteró que los separatistas no obedecerán el alto el fuego hasta que el ejército se retire de sus posiciones actuales a una distancia de 10 kilómetros y dejen de traer armas y municiones a la zona. Kiev y los separatistas se dieron ayer otras 72 horas de tregua para tratar de evitar más muertes en un conflicto armado que ya se ha cobrado cientos de vidas en el sureste del país. Las regiones de Lugansk y Donetsk se rebelaron contra Kiev tras el golpe de Estado contra Yanukovich a finales de febrero y proclamaron “repúblicas populares” tras celebrar en mayo referendos de autodeterminación.

El ex presidente ucraniano Leonid Kuchma, quien representó el viernes a las autoridades de Kiev en una reunión en Donetsk con los insurgentes –donde se acordó la tregua–, aseguró ayer que no hay necesidad de celebrar consultas adicionales sobre la tregua, como lo expresaron algunos políticos locales. “Dado que ya se ha tomado la decisión por la UE y dado que el presidente anunció lo de las 72 horas (la prórroga de la tregua), ¿para qué hacer ceremonias con ellos (los separatistas)?”, declaró. “¿Para qué negociar con ellos? Esperemos hasta el lunes”, cuando termina la tregua, argumentó.

También señaló que no son los prorrusos de las rebeldes regiones de Donetsk y Lugansk los que toman las decisiones acerca de cómo actuar en las negociaciones, en alusión al papel que supuestamente desempeña el Kremlin en el conflicto. “Si Rusia entiende que la paz es mejor que una guerra, si Rusia se da cuenta de que no se puede convertir a Donbass en una Transnistria –región separatista prorrusa de Moldavia–, entonces encontrará mecanismos para frenar a esos ‘personajes’”, apuntó en referencia a los líderes rebeldes.

En este sentido, el ministro de Interior ucraniano Arsen Avakov prometió una “respuesta dura” a los separatistas si no aceptan las exigencias de Kiev: deponer las armas y abandonar el país si así lo desean. En el mismo tono se había expresado el consejero del presidente, Yuri Lutsenko, quien afirmó que si los rebeldes no atienden el llamamiento de paz, las autoridades recurrirán al llamado plan B, que prevé acabar con los insurgentes.

En tanto, Lavrorv declaró que los separatistas de las regiones de Lugansk y Donetsk, en el este de Ucrania, escuchan los pedidos de Moscú y la prueba de ello es la liberación de los miembros de la misión de OSCE. “Pero eso no significa que se lanzan a cumplir inmediatamente todos nuestros llamados”, añadió. El canciller también señaló que la “gente de allá tiene una visión propia de las cosas, quiere ser dueña de su tierra y ponerse de acuerdo con el gobierno central para poder actuar sin conflicto”. Las declaraciones de Lavrov se dieron tras la cumbre de la Unión Europea (UE) celebrada el viernes en Bruselas. El bloque comunitario y los funcionarios ucranianos firmaron el Acuerdo de Asociación cuyo rechazo en noviembre abrió la puerta a la crisis en la ex república soviética que puso fin al gobierno del presidente Viktor Yanukovich y dio lugar a los cruentos enfrentamientos de los últimos meses.

Por otra parte, el equipo de cuatro observadores de la OSCE secuestrado el pasado 29 de mayo por rebeldes prorrusos en el este de Ucrania fue liberado ayer. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) informó en un comunicado que los cuatro observadores –un alemán, un holandés, un ruso y un español– habían llegado a Donetsk tras su liberación y se encontraban en “buenas condiciones”. El viernes, los separatistas habían liberado ya a otro equipo de inspectores internacionales retenidos en la región de Donetsk desde el pasado 26 de mayo.

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Milicianos armados prorrusos cortan una calle con una tanqueta en Donetsk.
 
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