El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, mantuvo ayer una charla telefónica con el referente de Podemos, Pablo Iglesias, a fin de achicar la distancia para concretar un posible pacto para la formación de gobierno en España, país que atraviesa una parálisis política desde las elecciones del 20 de diciembre. Ambos políticos acordaron que continuarán hablando sobre la posibilidad de un cambio progresista para el gobierno de la nación peninsular.

Mientras Iglesias busca comenzar lo antes posible las negociaciones para concretar un gobierno de izquierda, que reemplace al de Mariano Rajoy, Sánchez sostiene, por su parte, que debe ser el líder conservador el primero en intentar concretar un Ejecutivo, ya que el Partido Popular (PP) fue la fuerza más votada en los últimos comicios. Durante la comunicación, el socialista le pidió al hombre fuerte de Podemos que hablen de política y no de puestos a ocupar en caso de un hipotético gobierno de coalición.

Según informaron fuentes cercanas a ambos partidos, los dirigentes conversaron cordialmente 20 minutos, tiempo en el que el secretario general de los socialistas expresó su desagrado por la forma en que el de Podemos expresó su propuesta de gobierno el pasado viernes. Ese día, Iglesias propuso públicamente un gobierno de izquierda, en el que el socialista Sánchez sería presidente, él ocuparía el cargo de vicepresidente, y en el que también quedaría incluida la coalición Unidad Popular.

Durante la comunicación telefónica de ayer, el secretario general del PSOE se mostró partidario de esperar al mandato del rey Felipe VI, tras la nueva ronda de consultas que comenzará esta semana, y expresó su indignación por “el uso partidista” que de las instituciones hizo el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. Además, Sánchez le manifestó a Iglesias que mantiene su voluntad de conversar con todas las fuerzas políticas que se encuentran trabajando por un cambio progresista y reformista.

En este sentido, el líder de Podemos consideró que debe trabajarse para “un gobierno progresista de cambio plural y proporcional que apueste por políticas económicas redistributivas, por la plurinacionalidad y por el diálogo con las fuerzas que no comparten hoja de ruta con el PP” e insistió en la importancia de no dilatar más el tiempo en la búsqueda de consensos. Sánchez, que también mantuvo una conversación con el líder del partido de centroderecha Ciudadanos, Albert Rivera, volverá a charlar esta semana con Iglesias, según acordaron ayer ambos dirigentes.

El panorama político español centra sus miradas en Sánchez, después de que el viernes Rajoy declinara por el momento la oferta del rey de someterse de nuevo a la investidura, tras constatar que carece de apoyos. El monarca Felipe VI mantuvo durante cinco días una ronda de consultas con líderes de todos los partidos políticos, con representación parlamentaria, excepto dos formaciones nacionalistas que renunciaron a hacerlo. En esta ocasión, a partir del miércoles el jefe del Estado español volverá a mantener encuentros con los responsables de las formaciones, y luego deberá salir otra propuesta de candidato a jefe de Gobierno.

Los comicios del 20 de diciembre dieron ganador al Partido Popular, que se alzó con 123 escaños, ubicándose por delante del PSOE, con 90 bancas; Podemos, con 69 y Ciudadanos, con 40 escaños. Con la mayoría absoluta del Congreso fijada en 176 diputados, la tarea de formar alianzas resulta complicada en un país poco acostumbrando a ese tipo de coyunturas políticas.