EL MUNDO › EN BRASIL, EL EX EJECUTIVO DE UN BANCO ACUSO AL EX JEFE DE DIPUTADOS DE DESVIAR FONDOS DE COIMAS A TRAVES DE EMPRESAS OFFSHORE

Las cuentas uruguayas del golpista Eduardo Cunha

Un delator premiado confirmó el testimonio de otros dos arrepentidos que ya habían señalado a Cunha como beneficiario de sobornos. El poderoso legislador había sido separado de su cargo por encontrarse involucrado en varias causas de corrupción.

El suspendido presidente de la cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, tenía una cuenta bancaria en Uruguay en la que cobró sobornos millonarios, aseguró un testigo en la investigación judicial sobre el escándalo de corrupción en Petrobras.

El juez anticorrupción Sergio Moro recibió la confesión de un ex miembro de esa red de corrupción en la que se brindaron detalles sobre la conexión uruguaya, según informó ayer la prensa local. El poderoso diputado Cunha es considerado uno de los hombres clave del gobierno del presidente interino Michel Temer, por contar con el respaldo de unos 250 congresistas en la Cámara baja. Según la delación de Fabio Cleto, ex-vice-presidente da Caixa Econômica Federal, procesado en el escándalo del Petrolao, sobornos millonarios fueron depositados por Cunha en cuentas bancarias de Uruguay. El dinero era parte, según esta denuncia, de los sobornos cobrados por Cunha a empresas constructoras que realizaron obras en Río de Janeiro.

El mes pasado, el Supremo Tribunal Federal suspendió a Cunha como diputado debido a varias denuncias, una de las cuales le imputa haber escondido en Suiza cinco millones de dólares resultantes de sobornos. Además, se lo acusa de entorpecer la investigación por el esquema de sobornos en la estatal Petrobras, el llamado caso Lavajato. Hay un pedido de prisión para él por parte del fiscal general de Brasil y el jueves su mujer, Claudia Cruz, fue acusada formalmente de integrar la red de corrupción. El juez federal Moro advirtió que la denuncia contra la mujer de Cunha responde a una investigación por lavado de dinero y evasión de impuestos. Según Deltana Dallagnol, Procurador General de la República, Cruz convirtió el dinero público en zapatos, bolsos y ropa de diseño.

A estas graves acusaciones que tiene Cunha, ahora se suma otra. Cuentas secretas en Uruguay, con dinero provenientes de sobornos. Cleto se sumó a la figura legal brasileña de “delação premiada”. Esta figura permite a un reo obtener una reducción de su condena a cambio de aportar información sobre actividades criminales. Por medio de este mecanismo legal los investigadores del caso han obtenido la mayor parte de la información sobre la trama de corrupción en Petrobras. Las mayores empresas constructoras de Brasil pagaron sobornos a políticos para obtener obras de la compañía petrolera estatal o incluso sobrefacturar los costos de la obras.

El diario O Globo informó que “el arrepentido” señaló en su testimonio que el dinero para Cunha fue depositado en cuentas bancarias de Suiza y Uruguay. Cleto también confirmó el testimonio de otros dos arrepentidos que señalaron a Cunha como beneficiarios de sobornos. Ricardo Pernambuco y Ricardo Pernambuco Júnior, dueños de la constructora Carioca Engenharia declararon que pagaron a Cunha 52 millones de reales a cambio de que liberara recursos de un fondo de inversiones para financiar obras inmobiliarias en la localidad de Porto Maravilha, en Rio de Janeiro. Cunha ha negado todas las acusaciones y asegura que se trata de un complot para manchar su imagen.

La decisión sobre el mandato de Cunha se viene aplanzando mediante maniobras dilatorias, amenazas y presiones sobre los integrantes del colegiado para intentar salvar al funcionario. Los aliados de Cunha proponen maniobras que ralentizan una posible condena limitándola a una censura o suspensión máxima. El presidente interino Michel Temer ya se ha expresado, y aseguró que no va a interferir en los asuntos de la casa para salvar a Cunha. Sin embargo, a pesar de los intentos la defensa se cae a pedazos. La versión presentada por Cunha decía que era el beneficiario de un fideicomiso en el extranjero, pero la oficina del fiscal general clasificó como un instrumento criminal sofisticado por el uso de cuentas offshore en el exterior. “Quien crea un fideicomiso para beneficio propio es una manera de entregar el dinero a un director de banco y luego recibirlo de vuelta. Los delincuentes modernos y más sofisticados utilizan el alta mar y fideicomisos”, dijo Dallagnol.

Miembro del PMDB, mismo partido que el presidente Michel Temer, Cunha es la figura más polémica de la política brasileña. Fue quien dio luz verde para que se tratara el juicio político contra Dilma Rousseff y que terminó con su separación del cargo. Cunha aprobó el inicio del proceso de Impeachment un día después de que fuera denunciado ante el consejo de ética de la Cámara de Diputados por entorpecer a la Justicia. Rousseff aseguró el jueves que Cunha es el gestor del golpe parlamentario en su contra, disfrazado de juicio político, que la separó de su cargo por 180 días y busca su destitución. “El gobierno de Michel Temer expresa claramente lo que quiere Eduardo Cunha para Brasil, el poder hegemónico”, señaló la mandataria durante una entrevista transmitida por TV Brasil. Rousseff indicó que para el final de su primer mandato ya se vio un movimiento inusual desde el centro a la derecha, con el objetivo de sacarla del poder por medio del golpe. “Tengo que volver a la Presidencia porque no cometí ningún crimen, no es sólo mi mandato sino las consecuencias que tiene sobre la democracia, esto afecta a los poderes en todos los niveles”, dijo Rousseff.

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Eduardo Cunha ha negado todas las acusaciones y asegura que se trata de un complot para manchar su imagen.
Imagen: EFE
 
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