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ASI LO VEN

Iowa elige presidente
Los caucuses de Iowa dejaron a John Kerry, senador progresista de Massachusetts y veterano de la guerra de Vietnam, como favorito para encabezar la fórmula demócrata que peleará contra George Bush en las elecciones del 2 de noviembre. John Edwards, senador de Carolina del Sur, salió segundo, mientras el anterior favorito, el ex gobernador de Vermont, Howard Dean, quedó relegado a un segundo lugar. Mañana, en New Hampshire, tendrá lugar la segunda etapa de esta interna.

Libération
En el primer piso del hotel Fort Des Moines, el célebre consultor político demócrata James Carville cae en brazos del pensador anti-Bush, Al Franken. “¡Es sólo el comienzo!”, grita Carville. En la sala de baile del hotel, cientos de partidarios esperan a su héroe, John Kerry, gran vencedor del caucus de Iowa, la primera etapa del maratón de las primarias demócratas. El senador de Massachusetts creó la sorpresa al conseguir 38 por ciento de los delegados demócratas de Iowa, más del doble que obtuvo el favorito, Howard Dean. Aparece más fuerte que nunca. “Tengo un mensaje para los intereses particulares que eligieron el domicilio en la Casa Blanca. Llegamos. Ustedes se van. Cuidado con la puerta batiente a la salida.”
(Pascal Riche)

La Repubblica
Dick Gephardt, demócrata, abandonó la carrera a la Casa Blanca. Hablando en St. Louis, en Missouri, el estado en el que fue electo diputado, Gephardt confirmó que es su intención apoyar, contra el presidente George W. Bush, a aquel que, entre los siete candidatos demócratas que quedan, emergerá de la primaria. Al día siguiente de su fracaso en la asamblea de Iowa, Gephardt, casi en lágrimas, confirmó además que tiene la intención de llevar a término su mandato de diputado que termina en el 2004, pero no piensa volver a representarse.
Editorial

The Washington Times
El no tener la más mínima idea sobre lo que nos depara el futuro es una de las cualidades menos apreciadas de la vida. Si lo supiéramos, la mayoría de nosotros probablemente estaríamos en un constante estado de desesperación. Pero con nuestra ignorancia del futuro, la mayoría vivimos con esperanza. Durante los últimos nueve meses, ciertamente Howard Dean y los republicanos disfrutaron viviendo con esperanzas en el futuro. Ahora, si es que ha vuelto a pensar racionalmente, Dean ha visto el futuro. Y estaría justificado que se sintiera desesperado y con un vacío existencial.


El Estado de la reelección
El martes, ante las dos Cámaras del Congreso, el presidente George W. Bush pronunció su discurso anual sobre el Estado de la Unión. Pero no fue un discurso más, ya que estuvo fuertemente determinado por las elecciones de noviembre. Bush priorizó sobre todo la seguridad nacional y la guerra contra el terrorismo, y afirmó que el estado de la economía era un éxito.El trasfondo del mensaje fue que Estados Unidos puede desbarrancarse si Bush no es reelecto.

Le Monde
A menos de diez meses de la elección presidencial estadounidense, George Bush aprovechó el tradicional ejercicio del discurso sobre el Estado de la Unión para trazar las grandes líneas de lo que será su campaña. El presidente se mostró determinado a no hacer ninguna concesión a sus adversarios. La guerra contra el terrorismo y la seguridad de Estados Unidos siguen siendo la primera de las prioridades. “Los terroristas siguen complotando contra Estados Unidos y el mundo civilizado”, declaró. Bush se comprometió igualmente a seguir las reformas internas, prometiendo nuevos rebajas en los impuestos y repitiendo su oposición al matrimonio homosexual.
(Editorial)

The Washington Post
Más que una descripción del Estado de la Unión, el presidente Bush nos dio un discurso para su reelección. El mandatario dijo que hubo avances en la guerra contra el terrorismo y en el desarrollo de armas de destrucción masiva. También declaró que en Irak y Afganistán hay que seguir lo que se está haciendo y que su recorte impositivo ayudó a revivir la economía y a paliar las necesidades sociales más urgentes. Y se cobró el crédito por derrocar al régimen de Saddam Hussein y por su ambicioso plan para transformar Medio Oriente.
(Editorial)

The Boston Globe
Cualquier discurso del Estado de la Unión que un presidente ofrezca en el último año de su mandato es un paseo difícil, especialmente si el mandatario se presenta a una reelección. El martes, Bush intentó evitar cualquier referencia a la campaña entre los demócratas, que buscan derrotarlo en noviembre, pero a duras penas lo logró. Con frases como “Estados Unidos nunca pedirá permiso para defender la seguridad de su pueblo”, sonó claramente como un político en campaña. Y, al reciclar propuestas que ha estado evadiendo durante su gestión, levantó dudas sobre si ha sido incapaz de desarrollar su programa de gobierno durante sus primeros tres años.
(Editorial)

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