La tregua en Siria comenzó a resquebrajarse después de un ataque lanzado por la coalición que lidera Washington contra posiciones del ejército sirio. El saldo de la ruptura del alto el fuego, a casi una semana de su inicio, arrojó más de 160 muertos, en las últimas 24 horas, generó el primer bombardeo contra la ciudad de Alepo en días y empujó al pacto internacional al borde de su quiebre definitivo. La erosión del acuerdo es proporcional al aumento de la tensión entre Rusia y Estados Unidos, impulsores de la tregua que se acusan de hacer naufragar el cese de las hostilidades.

El sábado la situación se tensó aún más luego de un bombardeo de aviones de la coalición lanzado en el este del país contra el ejército sirio, aliado de Rusia, matando al menos a 62 soldados, según el último balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Moscú pidió ayer a Washington que lleve adelante una pesquisa. “Estamos profundamente inquietos por lo que pasó. Pedimos a nuestros socios estadounidenses que lleven a cabo la más completa investigación y que tomen las medidas para evitar tales incidentes en el futuro’’, manifestó el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.

Por su parte, la coalición admitió su responsabilidad en el ataque aéreo sobre lo que pensaba se trataba de una posición del grupo jihadista Estado Islámico (EI), y puso fin a la operación militar cuando Moscú le avisó que se trataba, quizás, de militares sirios. A pedido del Kremlin, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió el sábado por la noche, con carácter de urgente.

Según publicó la BBC en su portal, el ataque aéreo provocó un intenso debate entre Estados Unidos y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU: los representantes de estos países –señaló la cadena de televisión inglesa– salieron de la sala de reuniones cada vez que el otro hacía uso de la palabra. Tras la reunión, Samantha Power, embajadora estadounidense, criticó a Rusia por pedir un encuentro de emergencia del Consejo de Seguridad y calificó la convocatoria como un acto cínico e hipócrita. “Rusia realmente necesita detener sus acrobacias y sus actos de grandilocuencia y enfocarse en lo que realmente importa, que es la implementación de algo que negociamos de buena fe con ellos”, sostuvo Power en conferencia de prensa.

La respuesta del embajador ruso ante la ONU no se hizo esperar. Vitaly Churkin, que dijo nunca haber presenciado una muestra semejante “de la mano dura estadounidense”, dejó entrever que el futuro del acuerdo de cese el fuego descansa en cómo Washington reaccione ante el incidente. “Si lo que hizo la embajadora Power este sábado es alguna indicación de la posible reacción del gobierno estadounidense, entonces estamos en serios problemas”, dijo Churkin.

La consejera del presidente sirio Bashar al Asad, Buthaina Chaban, salió a cargar contra la coalición por haber organizado un ataque deliberado. “Todo estuvo premeditado. Daesh (acrónimo árabe utilizado para referirse al EI) estaba al tanto y, cuando avanzó, los bombardeos cesaron’’, afirmó en Damasco. Desde Venezuela, donde participaba en la Cumbre de Países No Alineados (NOAL), el embajador de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, acusó a Estados Unidos de buscar el fracaso de la tregua.