EL MUNDO › LANZARON UNA SUSTANCIA INOCUA EN EL PARLAMENTO

Susto color púrpura para Blair

Por Walter Oppenheimer*
Desde Londres

La Cámara de los Comunes vivió ayer momentos de pánico cuando desde la tribuna de invitados se lanzaron tres bolsas –en realidad eran condones— sobre los diputados. Una se estrelló contra la espalda del primer ministro, Tony Blair, que respondía en ese momento a las preguntas de la oposición en la media hora semanal de control al primer ministro. Otra estalló en el aire, esparciendo una sustancia de color púrpura, y la otra se estrelló contra el suelo tras pasar entre Blair y los miembros de su gobierno, que lo arropaban como cada miércoles.
La sustancia era inocua, pero podía haber sido tóxica. El primer ministro, que no pareció darse cuenta de que uno de los condones se había reventado en su mismísima americana, intentó retomar la palabra, pero el speaker suspendió la sesión de inmediato y ordenó desalojar la Cámara. Craso error, según recapacitó después la clase política: si hubiera sido ántrax (carbunco), el poderoso veneno habría empezado a propagarse de inmediato, convirtiendo la alerta en los Comunes en una alerta general en el centro de Londres. Pese a que desde hace meses estaba en la prensa la posibilidad de que se produjera un ataque como ése, lo ocurrido ayer puso de relieve que de ese debate no ha salido una política clara. Ni las medidas de seguridad adoptadas han evitado el ataque ni los diputados sabían qué hacer tras producirse.
Desde Semana Santa, la galería a la que puede acceder el público de la calle sin invitación, simplemente ocupando las plazas libres, está separada de la Cámara con una mampara de vidrio. Pero no están valladas ni la galería de la prensa, ni la de invitados ni la que utilizan los lores o los diputados que no pueden acomodarse en los escaños. El ataque fue realizado por dos hombres en nombre de una asociación llamada “Padres pro Justicia”, que lleva meses protestando de las maneras más variopintas por todo el país en defensa de los derechos de los padres separados, que a su juicio son maltratados por la Justicia a la hora de dictaminar la custodia y derechos de visita a los hijos tras la ruptura del matrimonio. “Los políticos no están tratando nuestro problema con la urgencia que requiere”, explicó el fundador de la asociación, Matt O’Connor.
Disfrazados lo mismo de Batman que de Superman, estos padres despechados se suben a una grúa, igual que se encaraman a los pilares de un puente con tal de llamar la atención. El miércoles les bastó comprar dos entradas para la tribuna de invitados de los Comunes en una subasta de caridad y lanzar tres condones con polvo color púrpura para acaparar la actualidad en el Reino Unido.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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