EL MUNDO › EL MEXICANO DERBEZ CEDIO AL CHILENO
INSULZA LA SECRETARIA GENERAL DE LA OEA

La renuncia del hombre de Washington

El canciller mexicano Luis Ernesto Derbez y el ministro del Interior chileno, José Miguel Insulza, habían empatado cinco veces en la carrera para secretario general de la OEA, pero ayer Derbez (candidato favorecido por EE.UU.) desbloqueó la situación al retirar su candidatura. Fidel Castro festejó el desenlace desde La Habana.

Fue la primera vez en la historia que Estados Unidos fracasa en imponer a su favorito en la OEA. México debió retirar ayer la candidatura de su canciller Luis Ernesto Derbez a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y despejó el camino para que el ministro del Interior de Chile, José Miguel Insulza, sea elegido por consenso el lunes. La pérdida de apoyo interno y regional a su candidatura parece haber sido la causa del retiro de Derbez. Desde Cuba, Fidel Castro expresó su satisfacción y opinó que era “una derrota más” para los intereses de Washington en la región.
La decisión adoptada ayer en Santiago, y en la cual la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, habría jugado un papel central según distintas fuentes, pareció sacar del limbo la carrera por la secretaría de la OEA, acéfala debido a un escándalo de corrupción. Rice “jugó un papel vital para alcanzar un acuerdo que permita construir una organización más efectiva y una unidad que defienda activamente la democracia”, explicó una fuente diplomática estadounidense. Derbez mantuvo una extensa reunión con Rice, cuyo país inicialmente había apoyado su candidatura. Cuando transcurrían dos horas de la reunión en uno de los salones del Hotel Hyatt, se incorporó a la conversación el ministro Insulza.
Dos cuestiones parecen ser fundamentales en el retiro de la candidatura de Derbez. Para Gustavo Iruegas, ex vicecanciller mexicano, se trató de una cuestión de “cuentas”, ya que Derbez había perdido al menos un voto, el de Paraguay, con lo que se rompía el empate que tuvo con Insulza. También contribuyeron, a juicio de Iruegas, el conflicto político que desató el desafuero del alcalde de la capital mexicana, Andrés Manuel López Obrador, y el pleito diplomático con Cuba a partir del voto mexicano en Ginebra de una resolución contra el gobierno de la isla caribeña.
Para Rafael Fernández de Castro, analista de temas internacionales, tampoco fue una sorpresa; en su opinión, “no valía la pena llegar al lunes y perder ahí”. El académico José Guadalupe Martínez dijo que la candidatura del mexicano se había empezado a mostrar endeble y amenazaba con ser un factor de polarización tras las recientes críticas del presidente cubano, Fidel Castro, que lo acusó de ser el candidato de Estados Unidos. Explicó que en Sudamérica está surgiendo una coalición que se distancia cada vez más de Washington y lo que se requiere en este momento es alguien de consenso para resolver los problemas que enfrenta el hemisferio.
A pesar de que varios analistas coincidieron en señalar que el retiro de Derbez fue un golpe para Estados Unidos, Insulza no quiso considerar su victoria como una derrota de la diplomacia norteamericana. “La secretaria Rice y los demás ministros llegaron acá en busca de un consenso, y se logró un consenso. Por lo tanto, el candidato de Estados Unidos en este momento soy yo”, sostuvo. La retirada de Derbez “es una victoria para la política chilena, para el presidente Ricardo Lagos, que lideró personalmente la campaña, y para todos los países que lo apoyaban y que soportaron presiones sin cambiar su voto”, dijo un embajador sudamericano ante la OEA que pidió el anonimato.
Un funcionario estadounidense destacó que en su mensaje al anunciarse el retiro de Derbez, Insulza hizo “una referencia directa a que los gobiernos electos en forma democrática deben gobernar democráticamente”. Esto, en la opinión de Estados Unidos, fue interpretado como una advertencia implícita al presidente venezolano Hugo Chávez, quien sostuvo la candidatura del chileno.
El presidente cubano saludó el retiro de Derbez con alegría: “Es un derrumbe más, una derrota más. Me alegro”, dijo Fidel Castro al enterarse de la renuncia de Derbez mientras pronunciaba un discurso en contra del Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) en un teatro de La Habana (ver nota abajo). La semana pasada, Castro había descalificado a Derbez al tildarlo de “presuntuoso candidato frustrado y fracasado del imperio”estadounidense para ocupar la jefatura de la OEA, organismo al que denostó al llamarlo “porquería” y “basura”. Cuba es el único país latinoamericano que no integra el foro regional, del que fue expulsado en 1962.
Derbez e Insulza habían obtenido 17 votos cada uno en cinco rondas sucesivas de votaciones el 11 de abril, lo que llevó a la organización a programar una nueva tanda de votaciones para el lunes 2 de mayo. Sin embargo, la eventual victoria de Insulza podría quedar anulada si alguno de los 34 países vetara su designación, lo que obligaría a una nueva elección, según los mecanismos del organismo hemisférico.

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José Miguel Insulza (izq.) palmea ayer a Luis Ernesto Derbez, cuya candidatura a la OEA había quedado muy debilitada.
 
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