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Ayer fue el turno de otro publicista. El jefe de la campaña de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia en 2002, José Eduardo Cavalcanti de Mendonça, más conocido como Duda Mendonça, confirmó ante el Congreso haber recibido fondos de su colega Marcos Valerio, centro de las denuncias por pagos de sobornos del Partido de los Trabajadores (PT) a los legisladores aliados. Aseguró que por orientación del PT recurrió a Valerio para saldar una deuda de 4,8 millones de dólares que tenían con su empresa.
Mientras tanto, sigue sin quedar claro qué fue lo que realmente sucedió con los 12.800 dólares que Lula habría tomado prestados de su partido. Y el presidente brasileño, debilitado por la crisis –a pesar del apoyo brindado por el presidente Hugo Chávez anoche durante la cena que compartieron–, sufrió una derrota en el Congreso con la aprobación de un aumento del 47,8 por ciento en el salario mínimo.
Mendonça reveló que parte de esa deuda –alrededor de 570.000 dólares– fue cancelada por el propio Valerio en varios pagos, todos hechos en efectivo. Aunque admitió que había sospechado que el dinero no tenía origen legal, explicó que lo aceptó porque “no tenía opción”. Luego, a pedido de Valerio, Mendonça abrió una cuenta en Bahamas en nombre de una empresa denominada “Duesseldorf”, a través de la cual recibió otros 4,4 millones de dólares en transferencias financieras con origen en instituciones extranjeras, como el BAC-Florida Bank y el Israel Discount Bank of New York.
Finalmente, el publicista admitió a ia CPI que había practicado un delito tributario. Según declaró, la de Lula fue la primera campaña presidencial que comandó como jefe de prensa, y explicó que aceptó el encargo de unos 11 millones de dólares, de los cuales sólo recibió directamente del PT unos 6,1 millones de dólares.