El líder sandinista Daniel Ortega asumirá hoy la presidencia de Nicaragua en un clima de optimismo ciudadano por su gobierno, pero con urgencias económicas y sociales y la expectativa sobre la relación que mantendrá con Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional.

Ortega, en una ceremonia central que se desarrollará a las 18, hora argentina, retornará mañana a la presidencia, dieciséis años después de abandonar el poder que conquistó con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por la vía revolucionaria, en 1979.

La delegación oficial argentina que asistirá a la asunción estará encabezada por el ministro de Educación, Daniel Filmus, a quien acompañarán el subsecretario para América latina de la Cancillería, Agustín Colombo Sierra, y el subsecretario de Integración Económica, Eduardo Sigal.

El electo mandatario centroamericano obtuvo el 38 por ciento de los votos en los comicios presidenciales del 5 de noviembre, frente a la Alianza Liberal Nicaragüense que candidateaba a Eduardo Montealegre.

Ortega, de 61 años, llegará a la Casa Presidencial para cumplir un período de cinco años, tras sufrir tres derrotas consecutivas en manos de Violeta Chamorro en 1990; de Arnoldo Alemán, en 1996; y de Enrique Bolaños, en 2001.

Los sondeos de opinión realizados en el país marcaron que Ortega vuelve al poder con la expectativa ciudadana de que se tratará de un gobierno que traerá prosperidad económica y estabilidad social.

En la previa del traspaso de mando, el FSLN obtuvo ayer la presidencia del Parlamento, cargo que ocupará durante dos años el diputado René Núñez Téllez, merced a una mayoría obtenida por una negociación entre el FSLN y dos partidos liberales.

De acuerdo con el programa oficial de la Transmisión de Mando, la ceremonia comenzará a las 15 (hora local) en la Plaza de No Alineados-General Omar Torrijos, a la que asistirán una decena de mandatarios latinoamericanos y el titular de la OEA, José Miguel Insulza. También llegarán al país el príncipe Felipe de Borbón, heredero al trono de España y los presidentes de Taiwan, Chen Shui-bian; de Irán, Mahmud Ahmadineyad y de la República Arabe Saharahui, Mohamed Abdelaziz.

Tras su triunfo electoral, Ortega anunció que su gobierno trabajará para erradicar la pobreza pero sin “cambios dramáticos ni radicales” al programa macroeconómico vigente desde hace años, y con un llamado a trabajar en conjunto a los sectores políticos y empresariales.