EL MUNDO › EL ELEGIDO POR OBAMA PIDE AYUDA PARA LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ

En nombre de la economía

Rahm Emanuel aseguró que los ciudadanos necesitan inmediatamente ayuda para salvar su economía, lo mismo que los fabricantes de autos. Obama va a revisar las órdenes ejecutivas de Bush, como la investigación de células madre.

El único hombre asegurado en el gabinete de Barack Obama dijo que la prioridad “número uno” del próximo gobierno será revitalizar la economía. El ex asesor de Bill Clinton, Rahm Emanuel, exhortó al Congreso y la administración actual a que adopten el megapaquete de estímulo para aliviar el daño de la recesión. Sin embargo, aclaró que el presidente electo no se echará atrás con la promesa de reducir los impuestos al 95 por ciento de las familias de trabajadores y de subir el gravamen a los más ricos, aquellos que ganan por encima de los 250 mil dólares anuales. Por otra parte, el jefe del equipo de transición, John Podestá, aseguró que Obama revertirá dos medidas de Bush: la investigación sobre células madre y la apertura a nuevos campos de perforación de petróleo y gas en Utah.

Rahm Emanuel es considerado un maestro en la recaudación de dinero para las campañas políticas, virtud que lo convierte en un aliado imprescindible de cualquier presidente. Este hombre, considerado un político duro, habló por primera vez ayer tras aceptar el puesto de jefe de gobierno. En el programa This Week del canal ABC declaró: “Estamos en un momento delicado, por primera vez en cuatro décadas va a haber un traspaso de Gobierno con dos guerras abiertas, hay una gran crisis económica que afecta a millones de ciudadanos”. Emanuel subrayó la difícil situación por la que atraviesan los cerca de 10 millones de estadounidenses que han perdido sus trabajos en el último año y aseguró que “los ciudadanos necesitan inmediatamente ayuda para salvar su economía”.

El legislador aseguró que la administración de Obama estará al servicio de los ciudadanos, por lo que “la economía será la prioridad número uno”, sobre todo centrada en el apoyo a la clase media, tal y como han promulgado los demócratas durante la campaña. “No puede haber una economía fuerte, sin una clase media fuerte”, aseguró. Dijo que para conseguirlo, la administración Obama se centrará en dos acciones: dar trabajo a la gente en la reconstrucción de las carreteras, las escuelas y la infraestructura básica, y reducir los impuestos a la clase media.

Otro de los puntales del plan para revitalizar la economía será el sector del automóvil, que consideró “parte central” de la economía nacional y de la política energética para reducir la dependencia de ése del petróleo. El futuro jefe de gobierno pidió al Congreso y al actual Ejecutivo que actuaran rápido para ayudar a la industria automotriz, amenazada por ventas decrecientes, reducción de empleos y falta de crédito. “Washington tiene que pensar en entregar rápidamente los 25.000 millones de dólares previstos para reformar las fábricas, básicamente para tener un parque automotor más eficiente en el consumo de combustible”, declaró Emanuel a la cadena CBS. Y afirmó que Obama le pidió a sus asesores económicos que estudiaran opciones de estímulo a la industria automotriz.

Emanuel también hizo referencia al resto de asuntos por los que trabajará la próxima administración, como el sistema sanitario y la educación, y tendió una mano a los republicanos para trabajar juntos, en el mismo tono que en los días previos ha usado Obama. “Los desafíos que tenemos que afrontar en materia de seguridad y en la economía son lo suficientemente grandes como para que trabajemos juntos los dos partidos, así como con los independientes”, afirmó. “Cuando la campaña ha terminado, comienza el trabajo para solucionar los problemas del país”, agregó Emanuel, que tiene aspecto y fama de duro. Es jerárquicamente el número tres del grupo demócrata en la Cámara de Representantes, pero su poder y su influencia trasciende a esa posición. Se lo considera el arquitecto de la victoria demócrata en las elecciones legislativas de 2006 y ha estado durante muchos años en estrecho contacto con Obama en Chicago, ciudad en la que ambos viven y en la que aprendieron las artes de la política.

En camino hacia el traspaso, y a horas de que se reúnan el presidente saliente con el entrante, habló el jefe de la transición de Obama. Podestá declaró que “Obama quiere revisar todas las órdenes ejecutivas de Bush”. Tal afirmación indica que durante los primeros meses de gobierno podrían reverse las más controvertidas políticas del republicano.

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“No puede haber una economía fuerte sin una clase media fuerte”, aseguró el jefe de Gobierno.
 
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