Embajadores de América latina en el Reino Unido se reunieron ayer en la sede diplomática de Ecuador en Londres para seguir el debate de la Organización de los Estados Americanos (OEA). La idea del encuentro fue apoyar al gobierno de Rafael Correa en su decisión de darle asilo al fundador de Wikileaks, Julian Assange.

La embajadora ecuatoriana, Ana Albán Mora, recibió a diplomáticos de Argentina, Brasil, Cuba, Uruguay, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Perú, que condenaron la amenaza de la Cancillería británica de ingresar por la fuerza para capturar al periodista australiano, que también participa del encuentro. El ciberactivista agradeció el apoyo de los gobiernos de la región, saludó uno por uno a los presentes y luego se sentó a escuchar el debate de la OEA que se desarrolla en Washington.

“Cuando el Reino Unido amenazó a Ecuador con ‘tomar acciones para arrestar al señor Assange en las instalaciones actuales de la embajada’ se está violentando el derecho internacional”, sostuvo la embajadora argentina, Alicia Castro. “Este hecho demuestra la arrogancia de la diplomacia británica. No nos sorprende a los argentinos, porque se parece a las declaraciones sobre la cuestión Malvinas, respecto de las cuales el Reino Unido también desatiende la legislación internacional”, agregó. “Los embajadores y embajadoras de la región acudimos a la Embajada de Ecuador en solidaridad y respaldo con ese país, reiterando el derecho soberano de los Estados de conceder asilo, y condenado enérgicamente la amenaza del uso de la fuerza entre los Estados y exigiendo respeto a la soberanía”, explicó Castro. La representante argentina en Londres destacó que “todos los países de América del Sur han reaccionado en unidad, en contra de la violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961 –de la que el Reino Unido es signatario– que establece que los locales de las misiones diplomáticas son inviolables”. Además, recordó que esa Convención establece que “los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en las sedes diplomáticas sin el consentimiento del jefe de la misión”. “Así lo reafirmó la Declaración de la reunión de Unasur, que tuvo lugar el 19 de agosto en Guayaquil, en el histórico sitio donde se reunieron San Martín y Bolívar para coordinar la gesta de liberación de América”, concluyó.

Por su parte, la embajadora Albán precisó que cuando se conoció la decisión de Quito de otorgarle asilo a Assange, hubo una presencia policial de unos 50 efectivos en las inmediaciones del edificio ubicado en la zona de Knightsbridge, en el centro de Londres. Asimismo la diplomática expresó que hubo amenazas por parte del gobierno británico de expulsarla a ella y a parte del equipo de la representación ecuatoriana, bajo el argumento de que no tienen facultades de otorgarle asilo a Assange, ya que Londres tiene la “obligación” de extraditarlo a Suecia, donde se lo acusa de delitos sexuales. “Esta muestra de apoyo al gobierno ecuatoriano por embajadores sudamericanos es un claro indicio del nivel de apoyo que tiene Ecuador entre los países de esa región”, dijo un portavoz de la embajada, luego de la visita de los embajadores. “Es una clara muestra de oposición a las amenazas del gobierno británico contra la integridad y la soberanía de su embajada en Londres”, agregó el portavoz.

El gobierno de Rafael Correa aceptó el 16 de agosto darle asilo político a Assange, bajo el argumento de que una extradición a Suecia derivaría en un traslado a Estados Unidos, donde podría recibir la pena de muerte.