[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Perfiles similares, llegada a los sectores medios, historia en el peronismo y un firme antagonismo con Carlos Menem. Con esos ingredientes se gestó la flamante alianza entre el precandidato presidencial Néstor Kirchner y el jefe de Nueva Dirigencia, Gustavo Beliz, que se oficializó ayer en un almuerzo en la Casa de la Provincia de Santa Cruz. El acuerdo entre ambos no implica necesariamente el respaldo del santacruceño a la candidatura de Beliz para jefe de Gobierno porteño, como lo aclaró ayer el propio Kirchner.
“Acá no estamos en un toma y daca. En ningún momento se habló de condicionamientos”, aclaró el gobernador de Santa Cruz, ayer, luego de anunciar el acuerdo con Beliz, quien pasará a ser el jefe de los equipos técnicos del precandidato patagónico. “La política argentina está tan bastardeada que pareciera ser que cada paso que se da tiene una contraprestación”, se quejó Kirchner. Luego destacó los méritos de su nuevo socio, a quien elogió porque tiene “una visión de la Argentina absolutamente honesta y profundamente estudiada”. “Lo que aporta Beliz es calidad, pensamiento, pluralidad”, agregó.
Más allá de las declaraciones y de los elogios mutuos, la relación entre Kirchner y Beliz se concretará, en los próximos días, en una serie de reuniones conjuntas. Por lo pronto, los equipos técnicos de ambos se fusionarán en poco tiempo, con la idea de preparar un “plan de gobierno nacional” que se presentará en el Hotel Panamericano el 28 de setiembre próximo. En eso están trabajando Jorge Srur, legislador de la ciudad por Nueva Dirigencia, y Julio De Vido, ex ministro de Economía de Santa Cruz y ahora ministro de Gobierno.
Como se dijo, la confluencia de Beliz y Kirchner no significa que el patagónico haya optado por el ex ministro del Interior menemista como su candidato en la ciudad de Buenos Aires. Esto es así porque además de Beliz está el ex síndico general de la Nación, Rafael Bielsa, quien se postula para el mismo cargo por su partido Gesta. De todas formas, el santacruceño resaltó que, con su flamante socio, “no nos conocemos de hoy, sino de hace muchísimos años”, y luego le agradeció públicamente por la “decisión, la voluntad y el importantísimo aporte de él y quienes lo representan en la Capital Federal y en el país”.
Esa prolongada relación, admitida por el propio Kirchner, se prueba haciendo un repaso de los últimos años, en especial de los dos períodos que pasó Carlos Menem en la Rosada. Los asesores de Kirchner, por ejemplo, recordaban que su jefe fue el único gobernador que respaldó en público a Beliz cuando se fue del gobierno menemista, y también remarcaron que cuando el ex ministro del Interior de Menem se fue del PJ, a fines de 1995, Kirchner volvió a elogiarlo desde los medios. La buena relación aparecerá en escena en los próximos días, cuando los dos dirigentes impulsen el documento programático común que impulsa cuatro consignas básicas: terminar con el “ajuste infinito”, “eliminar la politiquería”, “redistribuir la riqueza”, y evitar la “destrucción del Estado”.