EL PAíS › DIRIGENTES POLITICOS Y SOCIALES SE REUNIERON EN PLAZA DE MAYO

Ronda para apoyar a Estela Carlotto

“Están equivocados los que piensan que con estos ataques las Abuelas dejaremos nuestra lucha”, afirmó ayer Estela Carlotto, cuando numerosas personas se acercaron en solidaridad por el ataque a balazos que sufrió en su casa de La Plata.

 Por Luis Bruschtein

Fue una ronda alrededor de la Pirámide como las que realizan las Madres de Plaza de Mayo, pero esta vez los varios centenares de personas que se encontraban en la Plaza marcharon aplaudiendo y al grito de “Nunca Más”, para rodear a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en repudio al atentado a balazos contra su casa en La Plata. La ronda de ayer fue el preludio a la marcha que se realizará hoy en La Plata a las 16 desde Plaza Italia hasta la Plaza Moreno, frente a la Catedral de la capital bonaerense (ver aparte).
La convocatoria del acto de ayer no había tenido una difusión muy amplia, por lo que no se contaba con la participación de los partidos y sindicatos y en su mayoría estuvieron allí los miembros de los organismos de derechos humanos, artistas y algunos grupos de asambleas, grupos piqueteros y dirigentes políticos y gremiales y también legisladores y funcionarios de la ciudad, entre ellos el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra.
No estaban previstos oradores y ni siquiera había una tarima. Fue como una ronda más de las Madres y sobre todo una forma de expresarle solidaridad y apoyo a Estela Carlotto. La gente fue llegando de a poco. Un contingente importante de Madres de Plaza Mayo –Línea Fundadora– aguardó después de la ronda de todos los jueves. Alrededor de las 17 comenzaron a llegar algunos grupos que venían del corte del Puente Pueyrredón para denunciar la represión desatada en Jujuy. Un grupo traía la pancarta de la asamblea de Plaza Dorrego, de San Telmo, y otros carteles del Polo Obrero y del MIJD del dirigente Raúl Castells, que permanece con detención domiciliaria.
Entre los que se acercaban a saludar a Carlotto estaban el ex juez del tribunal que juzgó a los ex comandantes y ex secretario de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, los dirigentes de la CTA Víctor Mendívil y Pablo Micheli, Marta Maffei, los hermanos Ariel y Favio Basteiro, el presidente del CELS, Horacio Verbitsky, la legisladora socialista Clory Yelicic, el dirigente de la CCC Amancay Ardura, el diputado Luis Zamora, el artista plástico León Ferrari, el cineasta David Blaustein, el rabino Daniel Goldman y los actores Raúl Rizzo, Alberto Segado, Jorge Novoa, Daniel Fanego y Héctor Bidonde. Sobre uno de los canteros se habían acomodado los 45 integrantes de la obra El Piquete que se presenta en el marco del Teatro por la Identidad que apadrinan las Abuelas de Plaza de Mayo. Con casacas anaranjadas como las que usan los piqueteros hacían sonar bombos y redoblantes en un costado de la plaza.
No había demasiados carteles como en las marchas, pero entre los pocos que se desplegaron había uno del Centro de Estudiantes de Ingeniería, del Movimiento Teresa Vive, Fedecámaras, Ctera y ATE, de la asamblea Chacarita-Colegiales y banderines de Izquierda Unida.
El atentado contra la presidenta de Abuelas fue también motivo para que varios de los que hablaban en los corrillos expusieran sus temores sobre la instalación de una ola represiva. Un integrante de una de las asambleas relataba que había asistido a dar una charla sobre historia en un asentamiento piquetero y que al regresar a su casa, en el contestador telefónico había tres minutos grabados de su exposición en el barrio. La mayoría expresaba alarma y preocupación por la represión en Jujuy. El ex titular de la Comisión de la Vivienda, Eduardo Jozami, advertía que la gravedad del ataque a la casa de Carlotto hacía recordar a los que se producían en la última época del gobierno peronista, antes del golpe del ‘76. Entre los desaparecidos de Jujuy y el ataque a balazos de la casa de la presidenta de Abuelas, eran inevitables las reminiscencias de los años de plomo de la década de los ‘70.
Cuando la gente comenzó a caminar alrededor de la Pirámide se acercó a saludar a Carlotto el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra. Entre los presentes se encontraban varios de los miembros de su gabinete, entre ellos el secretario de Cultura, Jorge Telerman; elde Educación Daniel Filmus, la de Promoción Social, Graciela González Gass y el de Descentralización, Ariel Schifrin. Cuando reconoció a Ibarra, un grupo de militantes de izquierda comenzó a cantar “Salta, salta, salta, pequeña langosta, Ibarra y Metrovías son la misma bosta”, por el veto del gobernante porteño a la ley de las seis horas de trabajo en los subterráneos. Rápidamente Madres y Abuelas les replicaron gritando con firmeza “Nunca más” privilegiando una consigna de unidad. Por un rato se mantuvo el cruce de cánticos, porque los críticos a Ibarra no se dieron por aludidos.
También se acercaron a saludarla, el intendente de Morón, el ex frepasista Martín Sabatella y la acompañaron los legisladores bonaerenses Alejandro Mosquera, miembro de la Comisión Provincial por la Memoria que convocó para el acto de hoy y Eduardo Sigal.
“Si en algún momento alguien pensó que las Abuelas íbamos a aflojar por este tipo de amenazas y ataques que por cierto han sido muy duros, se equivocan totalmente y la respuesta es ésta y vamos a seguir luchando para que la verdad y la justicia triunfen”, señaló Carlotto.

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Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, en la ronda de ayer en la Plaza.
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