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Sin apuro para nombrar a su vice Carrió ya tiene plan de campaña

Lo primero es tratar de convencer a los indecisos y a los “nuevos pobres”. Para eso la líder del ARI tratará de imponer su programa y de “caminar” los pueblos y ciudades chicas. Sus otros planes.

 Por José Natanson

Más tranquila ahora que las encuestas le dan mejor y que el conflicto con los socialistas pasó a cuarto intermedio, Elisa Carrió diseñó un plan de campaña para los próximos meses que incluye varios puntos: salir a captar voluntades dentro del 15 por ciento de indecisos, convencida de que los desencantados se encuentran más cerca del ARI que del peronismo; instalar el programa de gobierno; recorrer los pueblos chicos, donde Adolfo Rodríguez Saá le saca más ventaja y dejar para fines de febrero la elección de su compañero de fórmula.
Los últimos no fueron los mejores meses en la trayectoria política de Carrió. El trabajoso trámite del juicio a la Corte, las dificultades para armar su partido, la pelea con los socialistas y, sobre todo, la reunión con Luis Zamora, que la ubicó políticamente en un lugar que ella no quería ocupar, marcaron un descenso en la imagen de la chaqueña.
Pero las cosas cambiaron, o al menos eso es lo que quieren creer en el ARI. Luego de tantas malas, Carrió logró oficializar el partido, diseñó una propuesta de gobierno y proclamó su candidatura. También le imprimió un giro a su discurso –más programático y menos esotérico que antes– y hasta transformó su imagen: un look mucho más prolijo, que estrenó hace un mes en el acto en el Teatro Coliseo.
Con partido y programa propio, nuevo discurso y una imagen renovada, la chaqueña, que ahora hasta se cuida en algunas comidas (ver foto), enfrió el conflicto con los socialistas (ver nota aparte) y armó junto a unos pocos colaboradores un plan para los próximos dos meses:
- El primer objetivo es conquistar el voto de los indecisos. En el ARI sostienen que los ciudadanos que aún no saben por quién inclinarse, estimados en un quince por ciento, se encuentran ideológicamente emparentados con el ARI. “Son radicales con bronca, ex frepasistas, gente que iba a votar a (Luis) Zamora, independientes. Históricamente votaron las opciones más progresistas, pero ahora están enojados: somos nosotros los que podemos convencerlos”, explican cerca de Carrió.
- El segundo eje pasa por instalar el programa de Gobierno, que se terminará de definir hacia fin de año y cuyas bases fueron presentadas en el Coliseo. Los resultados cualitativos de una encuesta que maneja el ARI, encargada hace un mes, revelan el costado programático como el punto más débil de la candidatura de Carrió. Al difundir la plataforma, el ARI pretende despejar estas dudas y, al mismo tiempo, mostrar un contraste con el internismo del PJ.
- El tercer punto del plan es una gira durante el mes de enero. Cerca de la candidata aseguran que un corte geográfico de las encuestas demuestra que el candidato que encabeza las mediciones, Adolfo Rodríguez Saá, obtiene sus mayores adhesiones en los pueblos chicos del interior, donde la presencia mediática de la chaqueña tiene menos influencia. Para descontar esta ventaja, Carrió planea recorrer las localidades pequeñas del sur de Buenos Aires, como parte de una gira que luego la llevará por Río Negro, Chubut, Neuquén, Mendoza y La Pampa, y que más adelante continuará en el norte.
- Otro de los objetivos del ARI es llegar a los “nuevos pobres”, aquellos que ya no pertenecen a la clase media pero que tampoco se sienten representados cuando se habla de pobres. Un sector social que no está atrapado en las redes punteriles de los partidos tradicionales, y que Carrió considera parte de su electorado natural. “Es gente que tiene una casa pero no para comer. Tienen el recuerdo de un pasado mejor y están muy enojados, aunque quizá tengan voluntad de escuchar”, aseguran en el ARI.
- El último tema es la definición del candidato a vice. Hasta hace un par de meses, Carrió pensaba apurar la decisión, convencida de que era una forma de darle un perfil ideológico más concreto a su propuesta, e incluso encargó un sondeo –el único propio– para definir el nombre. Sin embargo, la chaqueña ahora cree que conviene esperar hasta fines de febrero, cuando vencen los plazos de la Justicia, para tomar la decisión, y sólo sabe quese tratará de una figura moderada, que contribuya a captar los esquivos votantes de centro. “No hay que apurarse. Todos los que lo definieron, Rodríguez Saá, Menem, López Murphy, se equivocaron”, sostienen cerca de la diputada.
Con estas movidas, Carrió busca apuntalar el todavía mínimo crecimiento que señalan algunas encuestas: está convencida de que si logra consolidar su figura como el verdadero contrapoder del peronismo, su candidatura crecerá en la recta final y quedará a las puertas del ballottage.

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Elisa Carrió está cambiando algo su look y decidió moderarse con las comidas.
 
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