EL PAíS › CRISTIAN FAVALE, EL SOSPECHOSO DE HABER DISPARADO CONTRA MARIANO FERREYRA, SE ENTREGó A LA JUSTICIA

Dijo que es inocente pese a que fue reconocido

El abogado defensor del barrabrava de Defensa y Justicia aseguró que Favale participó en el ataque al grupo donde estaba Ferreyra, pero que su defendido no estaba armado. La investigación seguirá el mismo carril que hasta ahora.

 Por Nicolás Lantos

El hombre señalado como autor material del asesinato de Mariano Ferreyra se entregó ayer poco después del mediodía tras declararse inocente. Cristian Favale, de 37 años, es miembro de la barra brava de Defensa y Justicia y estaba prófugo desde el sábado: la Justicia sospecha que fue quien efectuó el disparo que mató al joven militante del Partido Obrero. Sin embargo, él asegura ser “un perejil” al que apuntan porque no tiene vínculos con la Unión Ferroviaria, y sostiene que fue reclutado por el delegado Pablo Díaz para participar de los hechos del miércoles a cambio de la promesa de un puesto de trabajo. Díaz había sido detenido el sábado y se le imputa ser el cabecilla de la patota que emboscó a los manifestantes. Ayer comparecieron ante la Justicia nuevos testigos y complicaron la situación de los detenidos, que deberán prestar indagatoria durante el día de hoy. Se espera que a partir de sus declaraciones haya novedades en la causa.

“Más vale que soy inocente”, le dijo Favale a la prensa que lo aguardaba en la alcaidía del Servicio Penitenciario, en Tribunales, adonde se entregó a la Justicia para ser trasladado a la sección de Servicios Internos de la Policía Federal, donde permanece detenido a la espera de la citación judicial a declarar. A primera hora de la mañana el presunto asesino de Ferreyra (que durante el sábado había eludido dos allanamientos en Florencio Varela) anticipó su intención de entregarse a través de su abogado, Sergio D’Amico. Antes de presentarse en Tribunales, habló con la prensa para sostener su inocencia y aseguró que puede reconocer a uno de los tiradores, pero pidió “garantías” para su familia.

Según la versión que difundieron entre él y su abogado, Favale es un ex trabajador de una empresa tercerizada que “trabajó hasta el año pasado en la Unión Ferroviaria, pero actualmente ya no pertenecía a este gremio” y que, cuando acudió a la UF para conseguir un nuevo empleo, le “pidieron que los acompañara para que los piqueteros no cortaran las vías” el día del asesinato de Ferreyra. “Pablo Díaz me prometió un trabajo –detalló, comprometiendo al otro detenido que tiene la causa, al que se lo acusa de haber reclutado y coordinado la patota que emboscó a los militantes del PO –. Me apuntan a mí porque quieren un perejil que no esté vinculado al ferrocarril.” Aunque reconoce haber participado del episodio, Favale negó haber estado armado.

En cambio, dijo haber visto a uno de los pistoleros: “El que tiró es de la Unión Ferroviaria, pero no tengo ni idea cómo se llama. En el brazo derecho tiene un tatuaje de un payaso”. Detalló que llevaba “gorrita y anteojos” y que “guardó un fierro, un 38, en su auto, un Focus de cuatro puertas, creo que color champán”. Al parecer, la descripción se corresponde a la de un guardatrén que trabaja en la estación Constitución y forma parte de la Guardia Imperial, la barra brava de Racing. Favale, al entregarse, también solicitó protección para él y garantías para su familia. “No van a querer que hable”, argumentó.

De no mediar ningún imprevisto, Favale prestará declaración indagatoria a la jueza Susana López esta mañana. Aunque pesa el secreto de sumario, fuentes cercanas a la causa le anticiparon a Página/12 que en principio seguirán trabajando con la hipótesis que los llevó a las dos detenciones del fin de semana. “Parecería que su testimonio no aporta” elementos que justifiquen un vuelco en la causa, anticiparon, en base a sus dichos ante la prensa, “aunque por ahí él marca a uno y eso cambia las cosas”. Hasta ahora, los testigos de los hechos dijeron más ante las cámaras que frente a la fiscal, lo que generó malestar entre quienes llevan adelante la causa. Por eso, la jueza solicitó que los testigos de los hechos del miércoles se presenten en su juzgado, el número 38, en el quinto piso de Tribunales.

Además de Favale, también deberá prestar su testimonio Pablo Díaz, el dirigente de la UF detenido el sábado, a quien se lo señala como el responsable de la patota que enfrentó a los militantes para impedir el corte de vías. Este delegado ferroviario, hombre de extrema confianza del cacique José Pedraza, habría sido el encargado de reclutar y comandar la patota, según la hipótesis que sigue la investigación oficial y que se fortalece con las declaraciones de Favale. Díaz fue detenido el sábado por la noche a la salida de una reunión con dirigentes de la UF en un club de la localidad bonaerense de Adrogué.

Desde el PO, adonde militaba Ferreyra, se mostraron satisfechos con los avances en la causa, aunque le hicieron reclamos a la Justicia. Néstor Pitrola celebró la detención de Díaz que, aseguró, “con toda claridad fue denunciado como jefe de la patota”, y exigió que la investigación avance “en la cadena política de la Unión Ferroviaria, hasta la cabeza misma: Pedraza”. En el mismo sentido, otro dirigente de ese partido, Marcelo Ramal, sostuvo que el titular de la UF “no puede considerarse ajeno” a los hechos. “Espero que no falten muchos minutos para que la Justicia lo considere imputado a la causa”, expresó.

En tanto, ayer continuaron desfilando ante la jueza testigos de los hechos del miércoles. Según pudo averiguar este diario, al menos uno de ellos aportó pruebas contundentes contra Favale y “no tiene dudas” sobre la identidad del tirador. Se trata de uno de los manifestantes que estaban junto a Ferreyra y que pudo ver en detalle el rostro de la persona que disparaba, al que habría identificado como Favale. Este testimonio se suma a la mayoría de las descripciones de testigos que, si bien no pueden reconocer las facciones del acusado, coinciden en cuanto a las características físicas, la ubicación y la ropa que llevaba en ese momento.

Desde la querella, además, descartan la versión que dio Favale ayer a los medios. “Tenemos razones para pensar que es el que disparó; hay más elementos para pensar que es él que que no lo sea”, aseguran, aunque aclaran que “tiene que quedar detenido el que mató, no un perejil, que el que caiga sea el que tiene que caer”, por lo que van a evaluar todos los elementos que aparezcan. Sobre la indagatoria que darán hoy los detenidos, dicen –con algo de desconfianza hacia la jueza López– que sólo esperan “que hagan la instrucción lo suficientemente bien para que permita acusarlos”. Según pudo averiguar este diario, en principio se evalúa imputarlos por homicidio calificado con alevosía por el caso de Mariano Ferreyra, y tentativa por todos los demás presentes.

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Cristian Favale se entregó ayer a la Justicia y ante la presencia de los periodistas gritó que era inocente.
Imagen: Rolando Andrade
 
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