EL PAíS › SIGUEN LOS CRUCES ENTRE PERONISTAS PERO TAMBIEN SE TIENDEN ALGUNOS PUENTES

Siempre se puede hablar con compañeros

La retórica de menemistas y duhaldistas sigue inflamada. El reutemismo, más ponderado, criticó la decisión del congreso. Marín se animó a “desear” que las insensateces del peronismo tengan castigo electoral. El Presidente quiso mostrarse ecuménico colocando a Menem (y a sí mismo) como parte de un pasado a superar. Al margen, hay integrantes del Gobierno que buscan una mediación con los menemistas. Y Eduardo Menem dejó entrever que podrían consentir la decisión de ir a los comicios con neolemas.

“Una patoteada”, “un bochorno”, “vergonzoso”, “la balcanización del peronismo”, decía ayer la verborragia menemista en alusión al congreso del PJ que consolidó la primacía del duhaldismo con la suspensión de las internas y la aprobación de los neolemas. El oficialismo acusó a las huestes de Carlos Menem de ser “autoritarios” que no aceptan las decisiones de la mayoría y por eso recurren a la Justicia. En la Casa Rosada se preparan para una pulseada que se trasladará ahora al terreno de los tribunales y en la que se dan casi por ganadores. Intentarán negociar en una instancia de mediación para que se presenten tres fórmulas distintas (las de Menem, Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá) –según informó un hombre de confianza del Presidente– lo que equivaldría a consagrar la decisión que el máximo órgano del PJ tomó el viernes. Uno de los más furiosos menemistas, el Hermano Eduardo, reconoció (a su modo) que está dispuesto a hablar.
Desde Davos, Duhalde intentaba aplacar los cruces verbales. “Los encontronazos con el doctor Menem son parte de un pasado que la gente quiere dejar atrás”, recalcó. Pero la rueda seguía. Ya anteayer Carlos Menem había puesto a circular un comunicado en el que comparaba la actitud del Presidente con el “autoritarismo castrense”. El diputado José María Díaz Bancalari fue uno de los primeros en replicar: “en el congreso hubo deliberaciones y los autoritarios fueron los que no acataron el voto de la mayoría. Esa es una actitud no democrática”. Los menemistas, provocó el legislador duhaldista, “miran al país con ojos extranjeros. Por eso recurren a la OEA y lo que falta es que ahora vayan a la OTAN”.
Los panfletos y afiches que mostraban al santacruceño Kirchner, el candidato del Gobierno, sobre el regazo de Duhalde como si fuera un títere y bajo la leyenda “Chirolita”, también suscitaron reacciones en su defensa, entre las más destacadas la de Alberto Fernández, su jefe de campaña. “Kirchner no es Chirolita de nadie”, sentenció el actual legislador porteño. “Es la desesperación menemista”, disparó. “Cuando un hombre (en alusión a Menem) está desesperado es como un hombre enamorado que comete cualquier locura”, insistió en explicar Fernández.
En defensa del riojano, el gobernador de La Pampa a cargo de la presidencia del PJ, Rubén Marín, también recurrió a las explicaciones del corazón: “En el fondo lo que se intenta es evitarle a Menem participar en un proceso electoral interno donde tiene posibilidades de ganar. ¿Por qué? Porque las pasiones y rencores de algunos son más fuertes que la razón”. Dijo, además, que “imponer el número” en el congreso le pareció “una patoteada”. Y en un arrebato de autocrítica añadió: “Nos mereceríamos el castigo de los votantes, porque el justicialismo no puede jugar con la soberbia con la que está jugando al poner tres candidatos, como diciendo: total, ganamos de cualquier manera”. El hermano del ex presidente, el senador Eduardo Menem, calificó al congreso de “vergonzoso y bochornoso”, además de carente de “legitimidad y legalidad”. También acusó al Gobierno de “extorsionar a los gobernadores”.
Julio Gutiérrez, diputado por Santa Fe y operador de Carlos Reutemann, advirtió que la decisión del congreso justicialista de impulsar el sistema de neolemas “puede provocar una fractura muy fuerte” dentro del partido. “Esta decisión no contribuye a la unidad del justicialismo”, señaló. “Cambiaron las reglas del juego con la intención de no dejar participar a determinados candidatos”, dijo Gutiérrez.
Entre quienes salieron a defender a Duhalde, también se anotó el ex titular de la SIDE, Carlos Soria. Los menemistas, dijo, “hablan de dictadura pero cuando uno los invita a debatir no se les cae ni una idea”. Encolumnada, la diputada Mabel Müller dijo que el congreso fue “soberano” y que lo único que hace Menem es dar “manotazos de ahogado de alguien que sólo quiere llegar”. Graciela Giannettasio añadió que, a su entender, “no hay nada más autoritario que él (Menem) pronosticando un dólar a 10 pesos, ni más destructivo”. Díaz Bancalari rescató que el duhaldismo “votó” mientras que el menemismo recurrió a que “una jueza intervenga”, en alusión al fallo de la jueza María Romilda Servini de Cubría que dispuso que el congreso del PJ debía abstenerse de designar una fórmula presidencial en forma directa y de impulsar los neolemas. De todos modos, en el Gobierno dicen ser conscientes de que de ahora en más el entuerto con el menemismo deberá dirimirse enteramente en la Justicia. Cualquiera sea la decisión de la Cámara Electoral, alguna de las dos partes apelará y el tema irá a la Corte Suprema.
En un principio, el congreso del PJ se cubrió diciendo que si la Justicia no aprobara los neolemas la fórmula presidencial del justicialismo será elegida por la Comisión de Acción Política (CAP), un organismo en el que los duhaldistas son mayoría. De todos modos, ayer en el Gobierno barajaban la posibilidad de intentar un acuerdo con los menemistas en una instancia de mediación judicial. “Sería para que den los tiempos y llegar a fin de abril con las cosas claras. Intentaríamos pactar y que ninguna de las tres fórmulas vaya con los signos del PJ sino cada una lleve los propios”, informó un colaborador del Presidente que suele dialogar con el menemismo. “Esa salida –sostuvo el funcionario– evitaría una fractura definitiva dentro del peronismo.”
El senador Menem sospecha, según reconoció, que el duhaldismo tendría intenciones de patear las elecciones hasta octubre. “Con el mismo desparpajo el día de mañana van a plantear que como no se resolvió el tema interno van a querer suspender las elecciones de abril (...) y que Duhalde pueda ser candidato”, pronosticó. De todos modos, terminó insinuando la posibilidad de que el menemismo en tren de diálogo acepte el sistema de neolemas. “Iremos a una elección cualquiera sea el sistema, lo que no quita que luchemos por el único medio legítimo que es la realización de las internas.”

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Los eternos contendores de la interna peronista. Volvieron a chocar el viernes. Por ahora, no hay diálogo. Por ahora.
 
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