EL PAíS › LA NIETA 103, EL SECUESTRO DE SUS PADRES Y LA BúSQUEDA DE SU HERMANA

El camino hasta María Pía

Ricardo Horacio Klotzman y Cecilia Beatriz Barral eran los padres de la joven que recuperó su identidad el martes, tal como anticipó Página/12 ayer. Ambos estuvieron secuestrados en la Quinta Operacional Fisherton. Siguen desaparecidos.

 Por José Maggi

Desde Rosario

La nieta 103 recuperada por Abuelas se llama María Pía Josefina Kerz y es hija de quien fuera uno de los máximos referentes del ERP en Rosario, Ricardo Horacio Klotzman, y de Cecilia Beatriz Barral. Los dos militantes fueron secuestrados el 2 de agosto de 1976 en la vivienda de calle Necochea 2050. Ella estaba embarazada a término. La búsqueda fue impulsada por otra hija de Klotzman, Ana Lina, fruto del matrimonio anterior que el “Patón” –como le decían sus amigos a Klotzman– formó con Liliana Beatriz Bojanich, quien fuera secuestrada cuatro semanas antes, en junio de 1976, por la calle, en Capital Federal. Ana Lina estaba con su madre en el momento del secuestro, y fue criada por sus abuelos maternos, en Elortondo, en el sur de la provincia de Santa Fe. Desde 2004, buscó sin pausa a su hermana menor. Quienes conocían a Cecilia y vieron alguna vez a María Pía dicen que el parecido es increíble.

Ricardo Horacio Klotzman nació el 24 de mayo de 1951 en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Era el mayor de dos hermanos. Una vez que terminó la escuela secundaria, se mudó a Rosario para estudiar Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de esa ciudad, carrera que, finalmente, abandonó en 1972. Trabajó de profesor particular en una academia dando clases de apoyo a estudiantes secundarios. Fue empleado en una bodega y en una empresa metalúrgica. Militaba en el PRT-ERP. Sus compañeros lo llamaban “César”, “Hugo” y “Juan de Dios Pérez”.

El 21 de junio de 1973 se casó con Liliana Bojanich y el 10 de noviembre de 1974 tuvieron una hija. Tiempo más tarde, la pareja se separó. Liliana fue secuestrada el 8 de junio de 1976 en la vía pública en la ciudad de Buenos Aires y permanece desaparecida. Había estudiado Psicología en Rosario y ese día iba de la mano de Ana Lina, que tenía entonces un año y medio. Un grupo de tareas la levantó en plena vía publica dejando sola a la niña, que fue “auxiliada” inmediatamente por un patrullero que “accidentalmente” pasaba por el lugar. No hay registros conocidos del paso de Bojanich por un centro de detención.

Ana Lina Klotzman fue entregada entonces a sus abuelos maternos, los Bojanich, que la criaron en la ciudad de Elortondo, Santa Fe. La joven tuvo siempre inquietud por el destino de su hermana, pero recién en 2004 tomó el impulso final para encontrarla: el día en que el abogado Jorge Pedraza hizo una denuncia judicial, que además difundió vía internet y en la que se daba cuenta de la posible identidad de María Pía Josefina Kerz, basado en su parecido físico a Cecilia Barral, pero sin examen genético alguno. Esta acción –cuestionada por la familia por aventurada– tuvo sin embargo una consecuencia lógica: al verse vulnerada su identidad, María Pía Kerz se negó de plano a seguir dialogando con los jóvenes santafesinos de la agrupación Hijos que se habían acercado a la joven.

Cecilia Beatriz Barral nació en la ciudad de Buenos Aires el 21 de junio de 1951. Era la mayor de dos hermanos. Su familia la llamaba “La Negra”. Se mudaron a Mar del Plata cuando ella empezaba el colegio secundario. Estudió en el Colegio Normal y se recibió con el título de maestra. Luego, estudió la carrera de Maestra Especial en la Universidad Católica. Se inscribió en la Universidad Nacional de Mar del Plata para seguir sus estudios de Sociología y Antropología. Trabajó dando clases y como encuestadora. Militaba en el PRT-ERP. Sus compañeros la llamaban “Mecha” o “Mercedes”. El 25 de septiembre de 1972 fue detenida mientras colgaba una bandera del PRT en el Colegio Nacional, hecho por el que permaneció presa durante un tiempo en la Comisaría 2º de Mar del Plata hasta que el 9 de octubre de ese mismo año fue trasladada al penal de Villa Devoto. Recuperó su libertad el 25 de mayo de 1973 en el marco de la amnistía a los presos políticos decretada por el gobierno de Cámpora. A partir de entonces, el partido le asignó tareas políticas en Rosario.

Ricardo y Cecilia se conocieron por la militancia. Fueron secuestrados el 2 de agosto de 1976 en el domicilio donde vivían, en la calle Necochea 2050 de Rosario. En el operativo fue asesinado otro compañero que se encontraban en la casa junto con ellos, Juan Tumbetta.

El trabajo de investigación realizado por la fiscal Mabel Colalongo probó con documentos oficiales que ambos fueron llevados a la Quinta Operacional Fisherton. El día siguiente, el martes 3 de agosto de 1976, en un operativo en calle San Lorenzo 4626 de Rosario, fueron secuestrados María Laura González –embarazada de seis meses– y su compañero Ricardo José Machado, además de Elvira Estela Márquez, todos desaparecidos. Al mismo centro de detención fue llevado Fernando Brarda, secuestrado el 6 de agosto del ’76. El 11 de agosto fue liberado, pero antes tuvo que cumplir un ritual extraño: con los ojos vendados, le indicaron dónde poner sus manos con las palmas abiertas: así pudo palpar dos vientes prominentes: eran los de Cecilia Barral y de María Laura González, a quienes tenía entre sus empleadas en la fábrica de pantallas de cine que había heredado de su padre. María Pía Kerz estaba dentro de uno de ellos. Ayer de algún modo volvió a ese mismo lugar, volvió a nacer, ahora con su verdadera identidad.

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Cecilia Beatriz Barral, secuestrada el 2 de agosto de 1976.
 
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