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Los senadores del PJ, dispuestos a zafar al compañero Barrionuevo

Sus compañeros de bancada piensan que el gastronómico se excedió en la salvaje jornada del domingo. Pero, pensando en la campaña electoral y por consejo de Duhalde, no quieren evitar ni discutir el tema en el recinto.

 Por Felipe Yapur

El domingo pasado Luis Barrionuevo consiguió, a través de su operativo boicot, suspender las elecciones en Catamarca. Sin embargo, lo que consideró como “ganancia total” se está convirtiendo cada vez más en un triunfo pírrico. Sobre todo ahora que debe atender un nuevo frente de batalla que se desarrollará a partir de hoy en el Congreso de la Nación. El senador debe enfrentar cuatro pedidos de destitución por los hechos de violencia ocurrido el fin de semana. El radicalismo intentará que en la sesión prevista para esta tarde se debata el tema sobre tablas. El PJ, en cambio, se siente obligado a defenderlo más por conveniencia que por convicción. A lo sumo el justicialismo buscará evitar el debate y trasladar el tema a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
El martes por la noche un grupo de senadores oficialistas, entre los que se encontraban Miguel Pichetto, Jorge Yoma, Mabel Müller, Marita Perceval y Jorge Capitanich, mantuvieron una reunión con Eduardo Duhalde que caracterizaron como “informal”. Durante el encuentro el tema Barrionuevo fue casi excluyente. La definición más fuerte surgió del propio Presidente, quien les dijo que “mientras menos se hable de esto, mejor”. La frase sirvió para que los legisladores entendieran cuál debe ser la estrategia para enfrentar la embestida radical. Así las cosas, el consenso que por ahora existe en el bloque es no debatir el tema y esto incluye la posibilidad de no bajar al recinto.
La decisión final surgirá hoy al mediodía durante la reunión que el bloque mantendrá con el ministro del Interior, Jorge Matzkin, quien, dicho sea de paso, tiene un pedido de interpelación que presentó el senador Eduardo Menem para que explique cuál fue el rol del gobierno nacional durante los sucesos del domingo en Catamarca.
Al oficialismo le gusta la idea de dejar caer la sesión por falta de quórum, pero los carcome la necesidad de aprobar leyes como la del Impuesto a la Transferencia de Combustibles y el rechazo al veto presidencial sobre las obras públicas en las provincias. Hay un dato más, si bien el Presidente se mostró proclive al no tratamiento del tema, su esposa Hilda “Chiche” Duhalde fue contundente a la hora de opinar sobre el senador gastronómico: “Barrionuevo tiene una personalidad muy cuestionable. En este caso enfocó mal el reclamo; me hubiera gustado que él dijera ‘me corro al costado, pero voy a garantizar que el justicialismo gane’”. La frase no es un repudio de plano a lo sucedido, pero que lo diga la primera dama tiene su peso.
Ahora bien, en caso de prosperar la intención de los radicales de expulsar al legislador de la Cámara alta, es muy probable que el tema sea derivado –como pretenden algunos justicialistas– a la Comisión de Asuntos Constitucionales. Esta es presidida por una legisladora que está enfrentada con Barrionuevo: Cristina Kirchner. Los voceros de la legisladora aseguraron que la esposa del candidato presidencial preferido de Duhalde “dará todas las garantías para que Barrionuevo pueda defenderse”. Esto no excluye que la legisladora haga pública su opinión sobre los sucesos del domingo: “Las escenas que vimos el domingo fueron dantescas y que esto haya sido impulsado por un senador de la Nación me exime de todo comentario”, dijo la senadora patagónica, para luego agregar que “la regla básica del contrato social es no reaccionar violentamente y no pretender imponer la fuerza cuando algo me es adverso. Si rompo esta regla, que es básica y mínima, se rompe todo el sistema”, explicó.
Los radicales, en tanto, están decididos a jugarse el todo por el todo con el caso Barrionuevo, no sólo por lo que implica constitucionalmente sino porque ven una posibilidad de recuperar un espacio que han perdido desde el bochorno que resultó el gobierno de Fernando de la Rúa y que degradaron aún más con su patética interna. La apuesta de máxima de la oposición es evitar el pase a comisión del pedido de expulsión y debatirlo sobre tablas. Para ello es preciso contar con los dos tercios de los presentes. En caso de conseguirlo necesitarán el mismo número para aprobar. De todas formas, si el PJ consigue dejar caer la sesión se conformarán con dejar sentada su posición en una sesión en minoría.

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La primera dama y la senadora Cristina Fernández de Kirchner se cruzaron ayer en Tucumán.
 
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