El Senado aprobó ayer por unanimidad el pliego del dirigente peronista porteño Eduardo Valdés como nuevo embajador argentino ante el Vaticano, en reemplazo de Juan Pablo Cafiero. Valdés adelantó que su intención es “hacer de la embajada argentina en el Vaticano la más importante embajada de la Argentina”, ya que dijo que hoy “está reducida esa misión” y enfatizó que su propósito es “que vayan todos”.

Con 50 votos afirmativos de la totalidad de los presentes en la sesión de la Cámara alta, se avaló que Valdés sea el nuevo representante ante la Santa Sede. Valdés participó por la mañana de una audiencia pública en el salón Arturo Illia de la Cámara alta, donde dio detalles sobre su futura gestión.

Al cabo de la audiencia, la Comisión de Acuerdos del Senado emitió dictamen unánime en respaldo de su nombramiento, que más tarde fue avalado en el recinto. Según comentó el designado diplomático, ya le comentó al papa Francisco la posibilidad de que la Argentina cuente con un inmueble más amplio del que actualmente posee, un primer piso de 80 metros cuadrados en el que cumplen funciones 18 empleados. Valdés manifestó a los senadores que pretende que por la embajada “pasen todos, no sólo los actores políticos sino también los actores religiosos”, por lo que espera contar con espacio para levantar “una capilla de credo ecuménico que pueda usar cada uno que va a Roma”.